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- ¿Qué tanto daño puede hacer una flecha?, aún más estas tan pequeñas y hechas de plumas, ¿estás seguro que son las que te mandaron? - Blaise se burlaba de las dos pequeñas flechas hechas de pluma de golondrina, endebles y finas que casi se perdían entre sus masculinas manos

- Pues esas venían en la caja, y ya deja de jugar con ellas - respondió el rubio ya cansado de las burlas

- Mira este arco de juguete - se reía el italiano a carcajadas, cayendo en su cama doblándose de la risa - no vas a matar una mosca con esto, mucho menos al tarado de Potter

- Si lo mata o no, no es mi problema, se me dio una orden y debo cumplirla, especialmente por mi madre - le respondió escondiendo la caja en su morral de cuero de dragón, en donde sus libros escolares descansaban

- Es una tarea muy simple, ten cuidado - advirtió de Theo

El trío se encontró con la Pansy justo a la salida de su sala común, y como siempre en cuarteto se dirigieron al aula de pociones, sería la oportunidad perfecta para disparar de cerca a su objetivo, con ello en mente se sentó en una de las estaciones más alejadas, Potter tuvo que seguirlo puesto que Snape como siempre los había designado compañeros

Solo tenía que lograr que se quedaran a solas y podría dispararle la flecha sin problema alguno, sería fácil

- Bien comenzaremos con la elaboración del tema de la clase pasada y espero, casi sin esperanza alguna que ningún caldero explote - terminó Severus mirando fijamente al temeroso Longbottom

Durante su preparación no el dirigió la palabra a Potter, solo se dedicó a preparar los ingredientes arrebatándoselos incluso de las manos al moreno, quien estallaba de ira e intentaba reclamarle, pero nada conseguía, hoy el rubio estaba estóico

- Malfoy, el trabajo es grupal, no soy un inútil - le reclamaba en voz baja pero rencorosa el ojiverde

El rubio fingía demencia y continuaba con su elaborada poción y cuando agregó al final el tomillo molido, suspiró ante su implecable trabajo, Snape quien había observado todo, no dudó en castigar solo al moreno, "Potter" habia dicho "en mi clase no se admiten haraganes que se aprovechan del trabajo de otros, estas castigado, limpiarás el desastre de Longbottom y sin magia"

Así pues, sonriendo con satisfacción observó a Potter a los ojos, quien casi echaba chispas del enojo, se aseguró pues que el aula se vaciara, Snape se fuera y que el molesto Gryffindor se colocara de espaldas a la puerta, entonces tuvo la oportunidad de disparar la pequeña y delicada flecha con el endeble arco dando en el blanco, la nuca de Potter, quien quedó paralizado y cayó desmayado sobre el fregadero

Apurando su paso el rubio corrió a través de los pasillos llegando a una zona cerca de la sala común de los leones y tomando la otra flecha sonrió anticipando su victoria al divisar a la pelirroja de quien se rumoreaba su enamoramiento por "el ojos de sapo en escabeche", pero la pequeña flecha estaba rota

Blaise estúpido bruto, te dije que no las tocaras.

Tomó entonces la mitad que tenía la punta afilada y la disparó con todas sus fuerzas, esperando a que fuese efectiva, pero no alcanzó su objetivo, ésta se disolvió en el aire, justo al tiempo que un par de ojos dorados se abrían dentro del féretro de mármol, Apolo lloró una lágrima.

"¿Qué tanto daño puede hacer una flecha?"

Reliquia de Apolo♟ HARCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora