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El salón estaba envuelto en un silencio incómodo, JungKook se había quitado su gorra y mascarilla, ya no tenía sentido seguir ocultándose. Cada uno estaba en una esquina apartado, JiMin ahora se sentía extraño, no lo había notado antes, pero su lobo estaba inquieto en su interior, se movía de aquí para allá, dando vueltas en círculo y queriendo salir. El lobo de JungKook no estaba diferente a hace unas horas, en todo ese momento no se estuvo quieto, podía decir que hasta se encuentra más alterado que antes.

—Yo... los dejaré solos un momento. —dijo HoSeok luego de un momento y salió de la sala para darles privacidad a que hablaran un poco.

JiMin veía sus manos temblorosas, su mente maquinaba por controlar a su lobo y encontrar una razón de lo que estaba pasando. No quería creer que fuesen destinados, eso no podía ser verdad, tampoco iba a mentir diciendo que su jefe no le atraía físicamente, pero era nada más eso.

—JiMin-ssi. —JungKook se acercó con un poco de temor y tomó asiento a unos metros de distancia del omega.

—Señor Jeon. —la confianza que se tenía hace unos minutos cuando estaban por iniciar la clase se había esfumado, no sabía cómo hablar con el alfa.

Sí es cierto que sintió su aroma desde hace unas horas atrás, hasta planeaba bromear un poco con el alfa, pero descubrir que todo ese tiempo nadie podía sentirlo pero él sí, era abrumador.

—Yo... yo no quiero que nadie sepa que estoy recibiendo clases de baile. —fue lo que dijo JungKook.

Tonto, no ibas a decirle eso. Se reprendió mentalmente y pasó sus manos su rostro exasperado.

—Uhm, claro, no se preocupe, no le diré a nadie sobre eso. —JiMin respondió de manera gentil, a pesar que por dentro sentía su cuerpo arder.

Se mantuvieron en silencio por un tiempo más, ambos pensando infinidades de cosas, ¿Será el momento y el lugar adecuado para hablar de eso? Ninguno lo creía, pero ya pasó y se debía aclarar, o al menos intentarlo.

—JiMin-ssi. —JungKook lo llamó una vez acercándose solo un poco más al omega.

—Señor Jeon. —dijo de la misma forma que el alfa.

—¿Recuerdas el día en que te di mi tarjeta de presentación y te dije que vinieras a la empresa? —empezó el relato con un poco de temor.

JiMin asintió extrañado por el inicio de la conversación, dando pase a que el alfa siguiera con su relato.

—Yo... bueno, no sé por qué pero ese día llegué contigo debido a tu aroma. —JungKook evitaba la mirada del omega en todo momento. —Recuerdo haber sentido un olor a sándalo que me hizo caminar inconscientemente por todo el restaurante hasta que llegué a unas mesas de distancia a donde tú te encontrabas, te veías muy lindo estando sentado ahí que me fue inevitable no querer saber sobre ti.

Las mejillas de JiMin se encendieron en un intenso carmín luego de escuchar el halago de su jefe.

—Pero no soy bueno coqueteando cuando alguien llama mi atención y mucho menos conociendo a las personas, así que lo único que se vino a mi mente fue ofrecerte un puesto en mi empresa, solo para que estuvieras a mi lado todo el tiempo, te dije que necesitaba un nuevo secretario a pesar de no tener experiencia.

JiMin estaba sin palabras, no sabía qué decir, su mente en blanco y regresó a ese día. Él también se sintió atraído por un delicioso aroma a albaricoque, pero inmediatamente lo asoció a su parto y que seguía muy sensible a los olores, para él que ese joven de traje elegante le ofreciera un trabajo sin necesidad de tener experiencia fue como un milagro caído del cielo, porque el dinero que ganaba de la academia de baile no era suficiente para sus gastos y ahora tenía más cosas que pagar.

|Exquisité ;- omegaverse -; |JK - JM|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora