El vecino

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Tsuyu emitía un ligero temblor, era apenas perceptible, pero Tokoyami al estar a lado evidentemente se dio cuenta, le puso su mano en el hombro con señal de apoyo.

Doro estaba sonriendo, él sabía perfectamente el efecto que causaba en Tsuyu en la actualidad, pero se le apagó la sonrisa en cuanto notó que su acompañante le había puesto la mano en el hombro a su ex amiga, para él, el chico que la acompañaba ahora era una competencia.

- Vaya vaya, ¿qué tenemos aquí?, ¿es tu nuevo amigo? – Se estaba acercando poco a poco – ¿Sabes? Se me olvidaron las llaves de la casa adentro y nadie tiene una réplica, bueno, sólo mi madre, pero está en...un viaje de negocios y no tengo una forma de pasar, necesito llamar a quién nos renta la casa para que me traigan el único repuesto y llegará en la noche o si no, hasta mañana, ¿crees que me puedas dar asilo en tu casa en lo que llega?

Ambos estaban callados, Tokoyami tenía ganas de decir algo, pero no se sentía con la confianza, además sabía que esa era una batalla que no le correspondía y Tsuyu necesitaba superar, la ayudaría, claro, pero en ese caso, la casa no era suya así que no podía opinar.

Pasó un rato y el silencio se tornó tan incómodo que Tokoyami pensó en decirle a Tsuyu que se negara y simplemente entraran para ya comer, pero justo en ese momento empezó a diluviar y Tsuyu no tuvo más remedio que aceptar y dejar que Doro entrara a su casa.

En cuanto Samidareni lo vio entrar dejó caer al piso un plato blanco que tenía en las manos, lo que provocó que se rompiera, se enojó y con una voz de furia que Tokoyami nunca había escuchado refutó – ¿Qué hace él aquí? – Mientras señalaba a Doro, Tsuyu no sabía qué hacer.

Tokoyami, para la suerte de todos, intentó tener el control de la situación, se acercó a Samidareni y le indicó que fue a su habitación junto con su hermana, que ellos comerían allá, él y Tsuyu se iban a quedar con Doro en el comedor y que todo iba a estar bajo control.

Samidareni hizo lo que le indicaron, agarró lo necesario para comer, lo puso en una mesa que tenía en su habitación y empezó a comer ahí junto con su Satsuki – Cuando quieran el postre nos avisan – Dijo Tokoyami antes de cerrar la puerta y dirigirse con seriedad al comedor.

La mesa era rectangular, habían 6 sillas vacían y tres lugares preparados para comer, dos sillas en los extremos y 4 sillas distribuidas proporcionalmente en el lado extendido de la mesa, las sillas de los extremos iban a ser para Tsuyu y Tokoyami por ser los mayores, pero con la llegada de Doro, al ser los tres de la misma edad debían distribuirse, dos en una parte de la mesa y el tercero de la parte opuesta.

Tsuyu fue la primera en sentarse, la cosa de la distribución ahora residía en Tokoyami y Doro, Tokoyami cómo era de esperarse iba a sentarse a lado de Tsuyu pero Doro se le adelantó, se deshizo, se volvió en un charco para pasar por debajo de la mesa y al volver a ser él mismo ya estaba sentado – Ay, ¿te ibas a sentar aquí? Lo siento, pero creo que te gané.

Tokoyami no dijo nada, sólo se giró y se sentó enfrente de ellos con una mirada fulminante, todos estaban callados, cómo Tsuyu no empezaba a comer Doro y Tokoyami tampoco lo hacían, el silencio seguía muy incómodo – Y... ¿dónde se conocieron? – Doro quería hacer plática y sacarles información.

Tokoyami lo volteó a ver con cara de incredulidad y le respondió – En la escuela idiota, ¿no ves el uniforme? – Doro borró al sonrisa de su rostro y volteó a ver a Tsuyu cómo esperando que le dijera algo, pero esta sólo se quedó callada sin desviar la mirada de la ensalada.

Se paró y empezó a servirse la ensalada, los otros dos empezaron a hacerlo también, estaban comiendo y seguían callados, Doro empezó a hablar mientras se acercaba cada vez más a Tsuyu, ella se sentía incómoda y Tokoyami lo notó, no estaban haciendo nada hasta que Doro se pasó de la raya, se estiró y puso uno de sus brazos detrás de ella, cómo abrazarla con un brazo.

Tokotsuyu ~ PerfectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora