«Sólo serán nueve meses»
Olivia Irwin lleva una vida ejemplar durante el día y otra muy alocada durante la noche. A pesar de ser joven, tiene clara su repulsión hacia las relaciones amorosas y el matrimonio, ya que su experiencia en el amor le dejó...
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Trabajadora desdichada
—Oli...—Samantha toca mi brazo con extremo cuidado. Suelto el bolígrafo y elevo la mirada.
—¿Ahora qué?—Bufo irritada.
Como lo diga...
—¡Daniel y yo estamos juntos! ¡Vuelvo a ser la Sammy de Daniel! — Chilla de emoción.
—¡Dios!— Golpeo la mesa histérica.— ¡Me lo has dicho miles de veces en lo que va de mañana!.
—Ah, pero... ¿No te pones feliz?— Hace un puchero, desilusionada.
—Ya me he puesto feliz un millón de veces. Pero ahora me estresa.
—Vale, lo dejo.
—Gracias— Sonrío y retomo mis escrituras.
—Ay, pero es que...
—Lo repites y me encargo de que se divorcien antes del casamiento—Entrecierro los ojos y la señalo con mi índice.
—¡Olivia!— Madison viene con los brazos repletos de folletos.—La reunión es en cinco minutos—Se acomoda los lentes.
—Vale. Ya estoy lista.
—Iré a recoger el informe del nuevo proyecto— Samantha se encamina a su escritorio, cantando cual niña en una feria.
—Lo que da estar enamorada— La ojizarca a mi lado suspira.
—¡Qué asco andar así por la vida!— Opino, con una mueca.
—Yo no lo vería así—Madi se encoge de hombros— Sólo es cuestión de tiempo. No digas eso como si fuese algo realmente imposible, porque a todos nos pasa, así sea una vez en la vida. Todo a su momento.
Ya yo anduve así de cantarina por alguien una vez, y por experiencia digo: ¡Qué asco andar así por la vida! Definitivamente eso de andar dependiendo sentimentalmente de una persona, no va conmigo.
—Vamos a la reunión— Acomodo un par de folletos, apretujándolos contra mi pecho y, dando por cerrado nuestro pequeño debate, nos encaminamos al salón de reuniones.
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—... Muchas gracias— El señor Mark concluye su pequeño discurso y todos los presentes aplaudimos de forma educada. —Y bien, ¿qué hay con el diseño de presentación?
—Hemos pensado—Carraspeo— en poner unas manos, y en el centro la esfera del mundo con varios conjuntos de la marca cubriéndola.
—Hazme llegar el gráfico cuando esté terminado.—Ordena, posando sus lindos ojos azules en mí.
