Capítulo 2 ~El Alemán~

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Cuando estaba ya todo listo en los almacenes, los doctores con los cadáveres, unos ladrones irrumpieron en el almacén y se llevaron la caja. Nadie entendía como no robaron nada más, únicamente la caja. No le dieron importancia hasta que un señor mayor se acercó al doctor John y le dijo: -Recupere la caja, si tiene la caja le tiene a él. El doctor contestó: - Quién eres y como has entrado aquí. - Me llamo Igor Srkripowski, soy polaco y tengo información de ese supuesto virus.
El doctor permitió a Igor  entrar a una sala y empezaron a hablar. - Supuestamente esa caja que tiene de especial?-preguntó John. - La caja es la clave de todo. Esa caja lleva atormentando a la humanidad desde hace siglos- respondió Igor. -  Porqué? - preguntó John. Te contaré la historia pero prometeme que la escucharás con atención.-dijo Igor. - Todo comenzó en el campo de concentración "Chelmno". En el, el superior Nazi Stalin recibió a más de 500,000 judíos provenientes de Polonia, Alemania y otros países conquistados por los Nazis. Separaban los grupos en hombres, mujeres y niños. Los hombres eran separados por oficios, los que no servían en algo eran ametrallados, los demás eran puestos en sus respectivos oficios para servirles. Yo era el preso 341385 y mi padre era carpintero, por lo tanto me enseñó los oficios de la carpintería. Hice un amuleto polaco de la buena suerte de madera y lo escondí debajo de mi litera. Los soldados Nazis lo vieron y me lo quitaron. Al amanecer me desperté y vi a Stalin al lado mio, me miraba mientras dormía, sentí un escalofrío, me preguntó: - Cuándo has hecho esto?. - Mientras trabajaba en la carpintería-le contesté. Me trabajarás en una cajita de madera que tiene que ser perfecta, como tu amuleto polaco. Me dió los planos de la cajita y acepté hacerla, era eso o acabar fusilado. Tardé 3 semanas en hacer la caja y Stalin siempre iba a ver como progresaba la caja. Por las noches no podía dormir pensando en mi hermano Andrey y en mi tía Irina. Escuché un ruido, giré la cabeza y lo ví. Era él, rápido como un fantasma iba de litera en litera asesinando a los judíos y bebiendo se su sangre. Recordé que mi abuela me contaba historias de los "Strigoi", Zombies en polaco, su debilidad era la plata, les quemaba. Tenía guardado un cuchillo de plata debajo de la almohada por si me atacaban, lo cogí y le plante cara. No era un zombie normal, era más rápido y tenía conciencia de lo que hacia. Me preguntó como podía pensar de atacarme y le contesté que temía por mi vida. Me rompió los dedos y me dejó en el suelo. Los Americanos atacaban el campo y conseguí escapar de el. Con ayuda de unos reclusos conseguí colocarme los dedos como puede y escape del país. Esta es la historia de la caja y el Alemán.

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