Hambre... [Osamu x Lectora]

20. Claridad

No voy a negar que el cambio a los dormitorios fue muy fuerte, no eh podido dormir bien al solo escuchar silencio, como mucho, llego a escuchar a los demás estudiantes que viven aquí, hablar por los pasillos, sobre su día a día o sus actividades del club.

Pero el lado bueno es que ya no tengo miedo de llegar tarde a las clases, solo tengo que cruzar una cuadra y llegue a la escuela.

Kita-san, buenos días- el chico giro a verme

Buenos días- el abrir las puertas de gimnasio y comencé a preparar todo para los chicos, mientras Kita tomaba sus cosas de limpieza para iniciar el día a su manera

Cuando termine por aquí, ¿quiere que lo ayude? - saque mi cabeza por el umbral del almacén

No es necesario, gracias- asentí y seguí con lo mío

Aunque los chicos limpiaran antes de irse, era inevitable que algo quedara fuera de lugar. Algunos balones no llegaban hasta la canasta, mientras que otros se encontraban separados, por su falta de aire, los uniformes de practica estaban por todos lados y algunos aparatos usábamos no estaban en su lugar.

Saqué la cesta de balones y regresé por los que no tenían aire, para revisar el problema. Al ya estar listos todos, llegue hasta la red para acomodarla y ver si todo estaba en orden.

Buenos días- una voz cansada me sobresalto

Buen día, Suna- el castaño miro a todos lados, para después para en mi- Kita-san ya llego- su chasquido de lengua me hizo sonreír- ¿sigues intentando llegar más temprano que él?

No, solo quiero ver, si en algún momento llega tarde- fue hasta las gradas y acomodo su sudadera en una bolita- despiértame cuando lleguen los demás

Entendido- se recostó como si nada dejando su toalla en su cara, para que lo cubriera de la luz artificial

Regrese al almacén para recoger los uniformes y llevarlos a lavar. Hoy no tocaba practica hasta más tarde, así que es mejor aprovechar el sol de mañana.

¿Estas comiendo bien? - gire a ver a Suna, quien tenía una parte de su cara destapada

Si, ¿por? - él entrecerró los ojos y se giró, dándome la espalda- Suna?

Te ves más delgada- abrí mis ojos de golpe- por eso pregunto

Pues, no eh estado haciendo nada en especial- al ya no ver nada que pudiera hacer llegue hasta las gradas y me senté cerca de él- dudo mucho que sea, porque este descansando mejor, porque últimamente no eh podido dormir bien

¿Y eso?, tú duermes como una piedra- sonreí al escucharlo

Todo está muy tranquilo por allá- Suna quito el suéter que utilizaba como almohada y dejo caer su cabeza en mis piernas- me hace falta regresar con ustedes, escuchar las peleas de los gemelos- el castaño solo dejo salir un suspiro y acomodo su brazo sobre su rostro, mi mano llego hasta su cabello y comenzaba a jugar con el