Capítulo cuatro

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Sonríe.

Levanta un poco el paraguas, lo suficiente como para hacerlo chocar con el suyo.

El chico no la mira de inmediato, se concentra en su sombrilla recién destruida. Intenta mostrarse culpable por la travesura y le ofrece compartir la suya.

Él niega, haciendo caer algunas gotas desde su cabello por su rostro hasta su uniforme.

No puede hacer que se detenga.

Ocurre de nuevo.

⭐⭐⭐

Él camina con tranquilidad, tiene la mirada fija en su libro.

Deja el trozo de papel sobre la página que está leyendo y sigo su camino durante algunos metros para luego darse la vuelta y observar su expresión confundida.

El papel tenía su nombre y número de teléfono.

Le guiñó un ojo y sonrió. Él observa el papel y lo guarda en el bolsillo de su pantalón.

Sin embargo, continúa su camino.

⭐⭐⭐

Se siento ignorada.

El chico sigue caminando a pesar de que lo llama con tanta insistencia.

Se acerca a la calle y eso la asusta.

Toma lo primero que encuentro, una piedra, y pide por haber mejorado su puntería desde aquel concurso en sexto de primaria.

La piedra pasa junto a su cabeza y él se detiene, se gira y la observa con una ceja alzada.

Se cruza de brazos y sonríe.

Escucha los gritos e intenta buscar alguna solución.

Lástima que es tan lenta.

Una y otra vez [CNO#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora