A pesar de que Ranma no cayó nunca en la Poza de Jusenkyo, sin saberlo, estaba incompleto, era un Ranma ½; un Ranma al que le faltaba un pedazo de sí mismo, aunque no supiera por qué o cómo.
Sin embargo, cuando cumplió los dieciséis años, se encontró con una muchacha de su misma edad y con la que compartía sus pasatiempos, como las artes marciales.
Cuando estaba junto a ella, tenía la sensación de que no le faltaba nada; era feliz.
Akane, pues ese era el nombre de la afamada muchacha, tenía todo lo necesario, y hasta más. Era dulce, trabajadora, inteligente, amable y muy buena luchadora. Era la mujer ideal. Bueno, exceptuando una cosa: su comida; era horrible y casi mortífera.
Sin embargo, eso no le impidió a Ranma proponerle matrimonio, a la edad de veinticinco años.
Justo el día en que se casaron, Ranma se dio cuenta de que ya no era un Ranma ½, sino que por fin era un “Ranma entero”...
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Ranma entero
أدب الهواةJusto el día en que se casaron, Ranma se dio cuenta de que ya no era un Ranma ½, sino que por fin era un “Ranma entero”...