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Max:

Cuando ella se despidió de mi para ir a su “casa” recordé la primera vez que la vi.

Aún recuerdo cuando conocí a luna en el primer día de la secundaria cuando teníamos 12 años lo recuerdo como si fuera ayer:

Se veía hermosa me gusto mucho cuando la vi, pero cuando miré sus ojos se veían rojos e irritados, como si llorara por horas y se veía deprimente sola y tiste, algo no coincidía en ella, una chica tan bonita con un dolor tan grande como para que tuviera los ojos así, quise saber porque estaba así y cuando dijeron que nos sentáramos en nuestros lugares, yo en vez de sentarme con mis amigos como toda la vida me senté con ella.

Ella ni se inmuto en mirarme cuando me senté a su lado, pero rodo un poco su asiento lejos de mí.

Fruncí el ceño y la salude con un hola, pero ella no me contesto las presentaciones empezaron hasta que la llamaron y ella levanto la mirada que estaba sobre la mesa.

Luna del valle –ella se levantó de su asiento y miro a la profesora con una sonrisa falsa- preséntate linda y cuéntanos sobre ti –dijo amablemente la profesora-

Claro –respondió ella- me llamo Luna Sofía Del Valle Santos, pueden llamarme Luna y tengo 12 años.

Luna, ¿podrías decirnos algo acerca de tus padres o tus hermanos? –pregunto la profesora-

Se le borro la sonrisa y respiro profundo antes de responder.

Mi madre murió en mi cumpleaños número 8 igual que mi hermano mayor en un accidente… mi hermana menor y yo quedamos al cuidado de mi padre, pero a él lo mataron, no he sabido nada de mi hermana desde mis 9 años, pero por mi parte me convertí en una marioneta, siempre su favorita, la marioneta favorita de él.

cuando termino de hablar, dos lagrimas gruesas rodaron por sus mejillas, se sentó en silencio y la profesora le dio sus condolencias, después de unos minutos ella continuo con las presentaciones.

Maximiliano Sánchez –me llamo la maestra y me levante con una expresión seria- háblanos de ti.

Me llamo Maximiliano Sánchez Contreras, pero mis amigos me llaman Max, tengo 13 años, he vivido toda mi vida aquí y tengo un hermano mayor, ¿algo más que quiera que diga profesora? –pregunte fastidiado y algo molesto por alguna razón que desconocía-

No más nada –me senté y mientras ella continuaba le hablé a Luna-

¿estás bien Luna? –me sentí estúpido al preguntar eso, pero ella sonrió tristemente y me contesto-

Sí, no te preocupes Maximiliano –me dijo con calma y los ojos rojos-

Dime Max –le guiñe un ojo coqueto y ella me sonrió de verdad, me gustaba verla sonreír, no me gustaba verla llorar- te ves más linda sonriendo que llorando –limpie una lagrima que se resbalaba por su mejilla humedeciéndola-

De acuerdo, Max –me contesto, sintiendo el contacto de mi dedo con su mejilla cuando quite la lagrima que se le había escapado, ella se tensó notablemente y quite mi mano, luego ella respiro profundo, se aclaró la viste de las lágrimas que amenazaban salir de sus ojos y me pregunto- ¿te parece que me veo más linda sonriendo que llorando?

Me pregunto y yo solo asentí y le respondí:

Si Luna, te ves mucho más bonita riendo que llorando, y quiero que sepas algo –ella me presto su total atención- quiero saber que te paso, pero no voy a presionarte a que me lo cuentes, ni te juzgare cuando lo sepa, quiero que seamos amigos y que confíes en mí, pero todo a su tiempo –ella dudo unos segundos, pero acepto- ¿empecemos desde el inicio de acuerdo?

De acuerdo, hola mi nombre es Luna Sofía Del Valle Santos, es un placer
conocerte pero puedes llamarme Luna –extendió su mano con una sonrisa y yo la acepte con gusto-

Hola Luna, mi nombre es Maximiliano Sánchez Contreras, tu amigo y quien va a cuidarte hoy y siempre, tu confidente y el chico más guapo de toda la escuela, pero puedes decirme Max para resumir -ella rodo los ojos y me sonrío, hablamos durante las clases en la hora de la merienda hasta que se fue a su “casa”-

Yo la despedía todos los días en la entrada de la escuela, y un jueves me conto todo lo que paso desde el accidente, el que su padre la vendieran, que lo mataran frente a ella, hasta que él Patrón (como le llaman para demostrar respeto) la violara por diversión, yo me volví su santuario su lugar seguro, pero desde que la conocí hasta ahora me sigue gustando de la misma forma, ahora puedo decir que la amo y que intentare con todas mis fuerzas salvarla de ese infierno en el que vive, porque te amo Luna y siempre te amare.

Te amo Luna –susurré antes de que entrara en la camioneta con Vásquez y se desaparecieran por la calle-

¿Qué dijiste Maxi? –me pregunto Camila sin entender lo que había dicho-

Nada, que ya llegaron por ti –señale la camioneta con su guarda espalda Francisco

¡Voy! –le grito- nos vemos mañana Maxi –beso mi mejilla y se fue-

Yo me quedé un rato y luego me fui en la camioneta con Eduardo el guarda espaldas que me puso mi Padre por mi “seguridad” ya que era hijo de un loco que trataba blancas, talvez por eso me enojé tanto de saber que Luna era violada todos los días. O talvez era por el amor tan grande que sentía por ella, no lo sabía, pero desde que conocí su verdadera personalidad, me enamoré perdidamente de ella y me negaba rotundamente a que ella fuera.

La Marioneta, Su Marioneta, La Marioneta favorita de él.

La Marioneta (Escribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora