Eufórico

99 18 5
                                    

Pov Winwin:

No puedo recordar desde cuando estoy sentado, pero de que es más de una hora, estoy seguro. Yuta no para de hablar y hablar, estoy aburrido, ahora mismo podría estar hablando con Yukhei, pero no, estoy aquí aprendiendo acerca de...

Ahora que lo pienso, ¿de qué está hablando?

— Y ahora hablaremos acerca de tu condición —

— ¿Condición? —

— Tu-tu... Se-sexualidad —

— Se dice gay, puto. —

— No hables así, a Dios no le gusta que sus hijos hablan de una manera obsena, ahora, respecto a tu condición, eso está mal. —

— No entiendo, ¿por qué estaría mal?, a mi madre le gustan los hombres y no hay ningún problema. —

— Es porque tu mamá es mujer. Dios hizo a la mujer para que este con él hombre y el hom... y- —

— Oye una pregunta, ¿no te sientes observado por todos esos cuadros? —

— No, estoy acostumbrado. —

— Sinceramente yo si me voy a sentir un poco intimidado si a la hora de masturbarme me va a estar viendo una virgen María. —

— Wi-Winwin n-no digas esas cosas. —

— ¿Nunca te has masturbado? Yo te puedo ayudar. —

— N-no, sigamos con esto. —

Bueno, al menos lo intenté.

— Como te iba diciendo, si quieres entrar al mundo de los cielos, tienen que gustarte las mujeres. —

— Prefiero chuparle el pene a Satanás, que estar con una chica. —

— ¡Winwin! Eres muy vulgar. —

— Yo no soy vulgar, es solo que tú eres muy...muy...muy tú. —

— Nos desviamos mucho del tema por tu culpa. Como decía Dios... —

Es el perfecto momento para quedarme dormido, pero sinceramente, no tengo nada de sueño, solo estoy aburrido. Ahora que lo pienso, creo que si en vez de pedir mi dildo por Internet, lo hubiera ido a comprar en físico, nada de esto estuviera pasando, es más, no entiendo como descubrieron como soy ateo...

Oh... Ahora lo recuerdo...

— ¿Qué es esto Dong Sicheng? —

— Es...es...es un juguete. —

— Winwin estas cosas no son de Dios, a nuestro Señor no le gustan estas cosas. —

— Ya lo sé madre, pero de alguna o otra forma tengo que satisfacerme. —

— Wi-Winwin... ¿Eres marica? —

— ¡Padre! ¡No me llames así! —

— ¿¡Te gustan los hombre Dong Sicheng?! —

— Sí, sí me gustan, me gusta que me metan su pene, me gus... —

— ¡Cállate! Esas cosas no son bien vistas ante los ojos de Dios. —

— Si supuestamente Dios nos ama a todos por igual, ¿por qué me va a discriminar por mí sexualidad? ¡Estoy harto de fingir que me interesan tus malditas charlas acerca de Dios, como hablas mal del hijo de una amiga, porque salió "Marica", estoy harto de tu pensamiento estúpido y antiguo! —

En esos momentos empecé a llorar, me esperaba que dejaran a Dios de lado y que me entendieran un poco, pensaba que me apoyarían, pensé... Pensé que tal vez me aceptarían porque soy su hijo, pero creo que me equivoqué.

En esos momentos empecé a llorar, me esperaba que dejaran a Dios de lado y que me entendieran un poco, pensaba que me apoyarían, pensé...pensé que tal vez me aceptarían porque soy su hijo, pero creo que me equivoqué.

Que ingenuo fui, ¿por qué creí que me apoyarían? Esta claro que no quieren a un hijo como yo, tal vez no debí guardarme todo, pero no tenía a nadie a quien contárselo. Ni siquiera mis propios padres me aceptan, ni siquiera las personas que me dieron la vida son capaces de verme como lo que soy y no lo que ellos ven. Yo no soy un "marica", solo soy una persona que busca amor de un hombre, ¿Era tan difícil de entender?

— ¿Por qué estás llorando? —

Mierda, ahora estoy llorando frente a este imbécil, solo quiero llorar y gritar de impotencia, quiero desahogarme, quiero solloza y sacar todo lo que no pude antes.

Tan solo quiero sentirme libre...

Y sí, empecé a llorar con más fuerza, no supe en qué momento Yuta me abrazó, eso era lo que tanto necesitaba. Ya no quería los falsos abrazos que me daban mis padres, este abrazo se sentía diferente.

Se sentía cálido.

Estaba cayendo y cayendo, cada vez más profundo, me caía en un hueco que yo mismo había construido.

— Winwin, ¿estás bien?

— S-sí, estoy bien.

No estaba bien, nada estaba bien, pero la actuación se había vuelto uno de mis mejores talentos. Mis padres creyeron por años que era católico, que era un chico feliz y que su sonrisa era sincera. No me acordaba desde hace cuanto es que las lágrimas ya no caían con facilidad, ya no recordaba desde cuando mi sonrisa se había vuelto falsa y sin vida ¿Desde cuando es que empecé a llorar solo en el baño de mi habitación? Tal vez estaba harto de la falsa preocupación de la gente, de la angustia falsa que tenían mis maestros, o las palabras con "preocupación" de su madre. Solo había una persona que hacía que él sonreirá genuinamente, era Yukhei, ese chico pálido y de baja estatura hacia bromas y chistes, que hacían que riera con facilidad, y lo más importante, verdaderamente. Sin embargo, como todo en la vida, algo tenía que salir mal, y es que Yukhei desde algunos años se había ido a Sha Tin, su ciudad de origen, a trabajar con su mejor amigo Xiaojun. Volvía a estar solo, aún que me sentía acostumbrado.

Pero...

En los brazos de Yuta, me sentía... bien.

Me sentía bastante bien, sentía la preocupación de Yuta verdadera, sentí calidez en los pequeños susurros que hacía para intentar calmarme.

— Puedes dormir en mi habitación si así te sientes más tranquilo. —

— ¿No te molesta? —

— ¿Ah? —

— ¿No te molesta que me ponga a llorar, cuándo de seguro tienes cosas más importantes que hacer? —

— Hay algo en tus ojos que me gritaban que solo querías compañía, que solo querías un abrazo. Y tus lágrimas sólo me dijeron un quedate conmigo. Así que quiero quedarme contigo hasta que tus ojos me reflejen calma y paz. —

Ese día me volví a sentir vivo, esa noche entre las sábanas con él, me sentí eufórico.


























Me he pasado toda la vida en el momento y en el lugar equivocado, pero sé que está noche entre tus brazos, estoy en el momento y en el lugar adecuado.

Andrés Ixtepan

¿𝘠 𝙎𝙄 𝘋𝘐𝘖𝘚 𝙀𝙍𝘼 𝘎𝘈𝘠?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora