Ya era más que seguro, la aerolínea había confirmado el vuelo y yo seguía en el Táchira, en un pueblito que se llamaba Santa Ana, faltando 4 días para la fecha del pasaje de Bogota-Madrid empece a desesperarme no sabia ni como llegar a Bogota, estaba ansiosa nerviosa, pensando que iba a encontrarme con el chamo de mi vida que habíamos terminado después que el se fue de Venezuela, teníamos 4 años sin vernos , 4 años en los que el o yo pudimos haber conseguido a alguien más , 4 años en los que nos dejamos de hablar en tiempos largos y después nos volvimos hablar, 4 años en los que maduramos, pensamos y nos volvimos a elegir.
Pero yo no estaba segura de nada,o si era buena decisión, pensaba en como sería cuando nos volviéramos a ver, mil preguntas, rondaban mi cabeza y no tenía ni idea de cómo iba a ser, igual seguí adelante con el viaje.
Ese día estando mi hermano en casa mi papá y mi mamá nos fuimos para cucuta, que es la frontera con Venezuela nos quedaba a sólo una hora , el gran detalle era que las frontera de Venezuela estaba cerrada por el COVID-19 y no dejaban pasar , yo necesitaba ir a comprar un pasaje por avión de Cucuta a Bogota, así que nos tocó pasar por trocha, yo antes ya había pasado por una trocha caminando , había que caminar como una hora era horrible , y si llovía más horrible aún, pero nos llevaron a otra trocha que había que caminar menos pero había que pasar en balza el río, y era un río enorme, marrón y tenía mucha corriente sobre todo ese día que había llovido por la mañana. Luego de pasar el río había que caminar como 5 minutos y listo, salíamos a una calle ,yo no tenía ni idea de donde estábamos y mi familia tampoco, así que preguntamos que como salíamos al centro de la ciudad de Cucuta y teníamos que agarrar un transporte público por que allá no llegaban taxis y ese bus nos llevaba al centro y asi fue, fuimos a esperar el bus.
Yo iba a cucuta para comprar el pasaje pero no para ese día yo lo quería comprar para dos días después, para llegar un día antes del vuelo a Bogota , no quería irme ese mismo día quería estar más con mi familia quería aprovechar a mi hermano que nunca lo veía por que el trabajo que tenia lo obligaba a estar siempre lejos, aparte tenia miedo, y si no conseguía pasaje por avión dentro de dos días para Bogota , me tocaba irme por tierra ese mismo día , por eso me llevé las maletas listas, pero muy en el fondo no quería irme aún, así que llegando al centro de cucuta empece a caminar buscando oficinas de las aerolíneas, aparte de ir limitada con el tiempo, también iba limitada con el dinero. Hasta que encontré una oficina recién la estaban abriendo así que entre, y pregunte por los pasajes, la señorita me responde que en esa oficina no están vendiendo pasajes por el problema de la pandemia y nos mando para otra oficina que quedaba a 7 cuadras.
Salí de allí mire a mi familia y les dije que era en otro lugar , cuando íbamos caminando empezó a llover así que caminamos más rápido, ya vamos llegando y yo voy mirando hacia todos lados para ver donde estaba la oficina de la aerolínea, hasta que por fin la vi , estaba abierta habían taquillas y personas atendiendo, y sentí que fue como ver una luz al final del túnel, respire y el nudo que tenia en la garganta se me fue y el desespero, y sonreí y los mire como queriendo decir aún me queda un día con ustedes. Entre a la oficina agitada y pregunto por los pasajes y la señorita me da un precio más alto del que sale en la página, y le pregunto por que el cambio de precios y me dice que comprarlo directamente en la agencia de la aerolínea sale en ese precio mire mi cartera y no me alcanzaba me hacia falta dinero y empece de nuevo a tener ganas de llorar , mire afuera a mi familia y veo a mi hermano y le digo que entre , llega hacia donde estoy yo y me pregunta ¿que le paso ? y le cuento lo que ha pasado, y saca dinero de su bolsillo y me lo da yo lo miro y le digo que se lo pagaré, enseguida le doy el dinero a la señorita de la taquilla y ella me da mi pasaje , sentí el respiro muy grande, pensé bueno tengo solo horas para disfrutarlos estar con ellos, sobre todo con mi hermano, no quería despegarme de él, pero al mismo tiempo no podía dejar de pensar en él viaje y en que no se me olvidara nada y en todo lo que tenia que hacer, luego de allí tomamos un taxi y nos devolvimos al lugar donde teníamos que pasar la trocha, caminamos volvimos a pasar el río, y ya a unos cuantos metros estaba el carro aparcado, durante todo el camino hable con ellos, los miraba y simplemente disfrutaba de su compañía, les decía que sabía que había estado un poco estrasada pero era por que no me quería ir aún, y mi mamá responde que ellos tampoco quería que me fuera de una vez.
Llegamos a casa cansados por todo ese estrés, y esas caminatas largas, pero apenas llegue arregle lo que me hacía falta, ya todas las maletas estaban listas, ya sentía que no tenía más nada por que preocuparme, consenti a mi perrita, es una poodle gris, se llama pelucha, pues sabía que tampoco me quedaba mucho tiempo ahí, además pensaba que no volvería a verla por que ya esta muy vieja tiene 16 añitos, y la abrazaba cada vez que podía le daba besos y le hablaba.

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Saliendo de Venezuela
Aventurabasados en hechos reales... si, es mi vida, un pequeño relato de una parte esencial de mi, la de un emigrante