La Intrusa

Amigos de verdad

Sakura vivía su embarazo de forma tranquila mas sabiendo que ahora es una niña que vendría al mundo Sasuke no la volvió a molestar mucho menos Karin, su mejor amigo Naruto la acompañaba todo el tiempo como también su esposa Hinata quien se habían vuelto mejores amigas también 

Mientras Sakura estaba en su casa por licencia maternal ambos la ayudaban con la limpieza, compras en fin muchas cosas que Sakura insistía que podía hacer ellos insistían en ayudarla con todo lo que su casa requiriese. La chica miro a la esposa de su amigo y sonrió

Ven siéntate Hinata - habla mirando a su amiga quien de inmediato se sento con la chica a tomar un jugo la Haruno volvió a hablar- quiero decirte algo bueno decirles algo Naruto por favor siéntate

Que es- pregunta Naruto sentado alado de Hinata mirando  a la chica de pelos rosado-

Quiero que sean los padrinos de Sarada- habla Sakura mirando a los dos chicos- bueno si quieren serlo ustedes se han vuelto mi familia cuando mi familia adoptiva se desentendió y Sasuke bueno se fue

Aceptamos con gusto nada me haría mas feliz que ser la madrina de Sarada-habla con una sonrisa Hinata

Yo protegeré al a pequeña Sarada siempre- dice Naruto feliz y acaricia el vientre de su amiga-

Sakura sonrió enternecida y acaricio la mano de Naruto con ternura le dijo de forma suave

Naruto eres el hermano que nunca tuve te quiero mucho -dice Sakura de forma tierna mirando a la chica y vuelve a hablar suavemente - y tu Hinata la hermana que siempre quise tener 

Hinata se acerco a Sakura y acaricio el vientre suavemente, sabia que la chica estaba sola y bueno si bien Hinata tenia su hermana Hanabi según habia escuchado en su clan hubo una gran perdida sobre un bebe que habían robado, Sakura era su otra hermana que le habia otorgado la vida. Sakura abrazo a sus dos amigos fuertemente sin saber que pensaba la Uzumaki y Naruto las rodeo con sus brazos a ambas protegiéndolas jurando proteger a Sarada y a su esposa como también ahora a su nueva hermana que bueno también la vida le habia regalado