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Café Geisha

Miraba atento a él chico de cabello castaño con ropa Gucci en su totalidad.
Tomó su café mientras observaba cada paso del chico. Era millonario pero le gustaba robar.

— 3 café Geisha por favor.

Pidió, y entonces Hyunjin supo a que persona de afrontaba. Era millonario también, pues el café Geisha era uno de los más caros. Con un precio de $150 en Asia, tan solo una taza.

Pero tenía que ver con que pagaría.

Se levantó y se acercó a la barra.

— Buenas tardes, un café Geisha por favor.

— ¿Lo has probado?

— No, la verdad no.

— Yo si, es mi favorito. Viene de Panamá, rompió récords de ventas mundiales por 2 años consecutivos. Para mi, es el mejor café.

— Eso es asombroso. 

— Aquí tiene, joven.

El chico sonrió y sacó de su cartera su Black Card

Hyunjin suspiro, no podría robarle. Si roba una Black Card pueden multarlo por algunos 30 mil dólares o más. Su madre no le daría semejante cantidad de dinero solo por que robo siendo extremadamente rico.

— Aquí esta el suyo, joven.

— Gracias.

— ¡Ven! Mi madre dice que no es bueno tomar café solos.

— ¿Porqué? —pregunto sentándose junto al chico —

— Porque si tenias algún familiar que esta muerto y le gustaba el café, es como si lo tomarás sin él y te puede hacer sentir mal. No se si entiendes.

— Si, si no te preocupes.

— Y... ¿como te llamas? — pregunto el chico bebiendo el líquido no tan amargo ni tan dulce, simplemente lo mejor —

— Hyun.

— El mio es Felix, un gusto Hyun.

Paso algún tiempo entre risas y anécdotas, la mejor tarde que pudieron experimentar juntos. Se hablaban como si fueran amigos desde hace mucho.

La noche se asomó y debían regresar a casa. Intercambiaron sus números de teléfono y se despidieron yendo cada uno por su camino.

— ¡Joven! — grito la sirviente — T-tu padre sifrio un accidente... tu madre está en el hospital, te llevaré allá de inmediato.

— Padre...

Las lágrimas se asomaron por sus ojos, pero fue detrás de la mujer.

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— Padre, te extraño demasiado, pero debo seguir como tu mismo me has enseñado... te prometo que haré a mamá tan feliz como tú me hiciste feliz a mi. Gracias por todo...

Su madre los llamo desde el primer piso, miró por última vez el gran recuadro de su padre regalando una sonrisa sin mostrar dientes.

Bajo las escaleras y vio a su madre en el sofá.

— Que necesitas, madre.

— Cariño, tus primos vendrán en unas horas. — dijo muy feliz, sabía lo bien que se llevaban —

— ¡Si! Mami me darás mi tarjeta, ¿verdad? — tomo el brazo de su madre muy entusiasmado —

— La verdad no parece que cumplirás 20 años el año que viene. ¡Eres tan pequeño y bonito que pareces de 5 añitos!

— Creo que lo herede de ti — ríe — Tu también eres así.

— Tu padre también — suspira sonriendo — A veces se comportaba tan infantil y así mismo tomaba decisiones pero ¿sabes?, gracias a esas decisiones somos lo que somos ahora, gracias a él...

— Madre, ¡no llores! — la abraza — También lo extraño pero debemos ser fuertes como el nos los pidió.

La mujer seco las lágrimas y abrazo a su hijo. Sólo eran ellos dos.

Paso algún tiempo y el timbre de la casa resonó por toda esta. Hyunjin corrió a ella, sabía que eran sus tan adorados primos.

— ¡Niki! ¡Yeji! — abrió los brazos con una gran sonrisa —

— Hola, bebé.

Los tres se abrazaban muy felices, extrañaba mucho a los hermanos, eran parte de su corazón.

— Dios mio, ¡mira cuanto has crecido! ¡Hasta te pintas el cabello! — dijo Ye-Ji —

— Te extrañé, Hyunjin.

— Buenas tardes, Tíos.

— Buenas tardes, Hwang. ¿Como ha estado todo?

— Hemos podido recuperarnos de la muerte de mi padre, las cosas se están arreglando poco a poco.

— Sentimos mucho su muerte... — hablaron al uniso —

— Mi hermano era una gran persona... que en paz descanse. — dijo su tía —

Estaban dentro de la gran casa hablando aunque los más jóvenes empezaron a aburrirse.

— ¿Podemos ir a mi habitación? — pregunto Hyunjin —

— Si, claro.

Los tres muchachos subieron a la habitación. Niki se tiro en la cama quitándose los zapatos.

— Niki... ¿que le paso a tus pies?

— Es por el baile... estoy muy cansado y me duele todo el cuerpo.

— Pero...

— Hyunjin... nuestros padres nos obligan a bailar a la perfección. Mi madre como ya sabes es bailarina profesional y ella al igual que nuestro padre quiere que nosotros también lo seamos. Es muy doloroso y agotador.

— Lo siento mucho... mis tíos están locos, no les dejan hacer lo que a ustedes les apasiona...

— En realidad me gusta mucho el baile al igual que a Ye-Ji pero ellos se pasan... a mi me gusta bailar cuando estoy solo y además me gusta inventar música pasos.

— Igual a mi pero olvidemos eso, es un día muy lindo como para quejarnos. YeonJun podemos salir a comer un helado o alguna comida si quieres.

— ¡No! Ustedes están muy agotados, mejor quédense aquí y yo iré a buscar algo de comida. Deben descansar...

— Esta bien, muchas gracias.

— ¿Les gusta el café Geisha?

— No recuerdo haberlo probado — hablo adormilado Hyun-Jin —

— ríe — Les traeré para que lo prueben.

En realidad,  YeonJun estaba ansioso de volver a aquel café y encontrarse con la chica que le pareció tan especial desde el principio. Después de la muerte de su padre, no volvió allí y en algunos casos, soñaba con ella...

©MoonSoft

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⏰ Última actualización: Jun 16, 2022 ⏰

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BLACK CARD - YEONJUN -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora