La idea del súper hombre había sido retomada por mentes muy retorcidas pero que lamentablemente tuvieron demasiado apoyo, una vez crearon la "fórmula para la perfección" la utilizaron en algunos, al principio fue todo un éxito pero el caos llegó muy...
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Busan _ Corea del sur
La hermosa luna llena brillaba en lo alto del cielo, iluminando así las sucias y destrozadas calles de Busan, el olor a podrido emanaba de todas partes, restos de lo que alguna vez fueron partes humanas se encontraban regadas por doquier, la imagen era deplorable y terrorífica, el silencio fue interrumpido por los pesados pasos de tres personas que lentamente caminaban por el centro de la vía.
Parecían la muerte misma con sus ropas negras y su aura oscura, el más bajo de los tres vestía con un buzo de cuello alto color gris, encima de este tenía un chaleco que parecía ser de cuero negro, con unos pantalones algo ceñidos a sus piernas del mismo color, un par de botas de suela gruesa y guantes, aparte que llevaba una cantidad impresionante de armas en su cuerpo, una en la espalda, dos a los costados, cuchillos en sus piernas y demás escondidas, una pesada maleta colgaba a su costado pero su caminar era tranquilo como si flotara pero sin lugar a dudas lo que más resaltaba era su cabello color menta despeinado el cual contrastaba a la perfección con su piel pálida.
Un bufido se escuchó el cual provino de un castaño que vestía un buzo igualmente de cuello alto negro que se pegaba y amoldaba a su figura, un cinturón de donde colgaban algunos cuchillos y un par de pistolas, junto con unos pantalones igualmente negros y las infaltables botas, en su espalda colgaba una mochila pequeña junto con dos metralletas pequeñas con silenciador.
El más alto de los tres llevaba un precioso corcel de mangas largas junto con un pantalón que se apretaba a sus largas y torneadas piernas, guantes de cuero que dejaban libres sus largos dedos y las botas negras, su cabello era morado peinado hacia arriba dejando su frente a la vista, los aros en sus orejas brillaban dándole un imponente aire, la katana a su costado se movía junto a su caminar mientras el par de pistolas y los cuchillos permanecían estáticos en su cadera, en su espalda únicamente tenía un par de metralletas con silenciador.
Sin lugar a dudas los tres tenían unas siluetas imponentes y le agregaba aún más misterio los tapabocas que llevaban dejando a la vista sus ojos alerta.
-Creo que nunca me acostumbrare al olor a muerto-Decía el castaño mientras arrugaba su entrecejo en una mueca de disgusto, la suave risa a su costado le hizo girar un poco su cabeza mirando a quien había reído.
-Tranquilo SeokJin Hyung, pronto acabaremos y saldremos de aquí- El nombrado solo asintió un poco y toco el hombro del que le había hablado.
-Tienes razón NamJoonnie-Las frentes de ambos se fruncieron un poco en señal que estaban sonriendo -YoonGi, mira por donde tenemos que ir, no sé si es la sugestión pero creo que ya escucho los gruñidos-
El peli menta acata la orden rápidamente dirigiendo al extremo de la calle recargándose en una pared y dejando caer la pesada mochila a su costado mientras miraba a los otros dos seguirlo y pararse cada uno a su lado, hincándose abre la mochila y saca una tableta encendiéndola y buscando algo, sus dedos se movían con una rapidez impresionante y no era para menos después de tanto tiempo frente a este tipo de aparatos.
