Misión para Enamorar [Jikook] Omegaverse

misión N°1: reconocimiento

Era una mañana como cualquier otra donde un Omega de cabellos color café y ojos negros como la noche descansaba plácidamente entre las sábanas de su cama que aunque pequeña era la más cómoda en la que podría haber dormido alguna vez.
Los golpeteos en la puerta se podían escuchar con claridad para cualquiera, incluso los vecinos se preguntaban como dicho Omega podía seguir durmiendo con tanto ruido que incluso el mas flojo no podría seguir soportando aquel ensordecedor ruido.
Aquellos golpes seguían y se hacían más fuertes mientras se les sumaba la vos delicada de una mujer que se notaba enfadada detrás de aquella puerta. Llevaba más de cinco minutos intentando despertar a su amado hijo y nada parecía funcionar sumado a que había cerrado su cuarto con llave la noche anterior. Estaba enojada, furiosa y frustrada con la rutina de todos los días. Porque si, está era la rutina de aquella madre alfa soltera con su único hijo Omega, amaba a su cachorro pero a veces era tan frustrante no saber que era lo que le ocurría y lo que pensaba que se sentía la peor madre del mundo.
Unos minutos más y la puerta fue abierta mostrando a un Omega con los ojos medio cerrados y una de sus manos frotando delicadamente sus ojitos. Su madre pensaba que su bebé era la cosita más tierna del mundo y no se equivocaba para nada.

- Al fin! Buenos días bebé, tu desayuno está en la mesada de la cocina son las siete treinta asique debes apurarte o llegarás tarde. Tengo que irme a mi trabajo ahora, te cuidas mucho y no olvides que te amo- dijo mientras caminaba hacia las escaleras siendo seguida por su hijo- Adiós cariño que te vaya bien!- grito saliendo por fin de aquella casa

- También te amo mamá!- grito el Omega bonito

- Muy bien tengo media hora para alistarme y llegar al colegio. Manos a la obra Jungkook- suspiro hablando solo

Algunos pensaran que hablar solo es un poco raro pero eso no podía importarle menos al Omega con ojitos de bambi. Tal vez el no se diera cuenta pero era extremadamente hermoso y desbordaba ternura por lo que tenía muchos alfas detrás suyo aunque él no lo quisiera aceptar. Porque el solo deseaba que un alfa voltee a verlo aunque sea una vez pero para su suerte ni siquiera sabía de su existencia.

Aquel lindo Omega se terminó de preparar y de desayunar pasa salir corriendo hacia su colegio.

✨✨✨

Había llegado a su colegio todo apresurado y con su uniforme desordenado demostrando lo ajetreada y difícil que había sido su llegada. Tanto que seguía corriendo por el patio para poder llegar y con suerte elegir un asiento en la parte de atrás junto a uno de sus mejores amigos.
Tan concentrado estaba en llegar hacia su aula que tropezó con un chico haciendo que cayera hacia atrás golpeando y raspando las palmas de sus manos que habían ido hacia el suelo primero en un intento de amortiguar su caída. No sabía en qué momento pero tenía lágrimas corriendo por sus mejillas que dejaban a la vista su gran frustración y el ardor de sus manos. No podía parar de llorar aún tirado en el suelo, había sido una mañana llena de frustración y miedo. Cuando salía de su casa y estaba ya a más de dos cuadras de esta recordó que había olvidado su billetera asique volvió a buscarla y partió de nuevo recordando que olvidó cerrar con llave asique una vez más tuvo que volver y asegurándose de tener todo y haber cerrado con llave camino una vez más en dirección al colegio pero no fue para nada placentera su caminata cuando se dió cuenta de que alguien lo estaba siguiendo desde hace una cuadra y sin pensarlo mucho comenzó a correr sin detenerse hasta llegar a este punto.

- Lo siento mucho te duele demasiado?- pregunto y un sollozo volvió a escucharse pero más fuerte está vez

- Hoy todo fue una mierda y el día ni siquiera comenzó- hablo mientras seguía dejando caer más lágrimas