waiting for you; verkwan

you

— ¿Seungkwan? — Volteó suavemente su rostro mientras parpadeaba aquellos preciosos ojitos entristecidos que llevaba.

— ¿Si? — Musitó mientras tomaba sus libros entre sus brazos y se levantaba de su asiento, la campana acababa de sonar, avisando que las clases habían concluido.

— Me preguntaba si te gustaría acudir a la fiesta del sábado conmigo, después de todo ya acabamos el trabajo en equipo, ¿qué dices? — Dijo Wonwoo con una sonrisa pequeña posada en sus labios.

— Oh, lo siento Wonnie, pero voy a visitar a mi novio, ¿lo recuerdas?, los sábados son los días en que voy a verlo, pero podemos salir a tomar un café el domingo en la mañana, ¿te parece? llámame para saber que decidiste — Y desapareció de la vista del castaño.

Caminó con aquel ramo de flores entre sus manos por alrededor de todo el lugar, hasta llegar al destino correcto que ya conocía. Se puso de rodillas sobre el concreto y sacudió un poco con su mano la fina capa de polvo que se había acumulado.

— Hola mi sol, ¿todo va bien? — Dijo con sus mejillas temblando, peleando por seguir elevadas, cuando las saladas lágrimas adornaron aquellas manzanas, sintió su cuerpo desfallecer.

— Vine a traerte estas flores, te extraño, ¿sabes? — Dijo, un mes exacto había pasado desde que descubrió la noticia de que Hansol se había suicidado, gracias a los prejuicios de su padre y el no saber expresar sus sentimientos hacia en castaño.

— Es difícil seguir sin ti, ya no tengo con quién practicar mi inglés o reír por las tardes, pero está bien, si estás descansando y feliz, entonces yo también estoy un poco mejor, creo... — Suspiró. — Wonwoo me invitó a salir, estoy considerando tratar de darle una oportunidad, al fin de cuentas tú ya no estás... ¿qué dices hansol?, ¿podrías mandarme una señal si estás de acuerdo? —

Y entonces, una mariposa de color magenta y blanco se apareció en el campo de visión del pelirrojo, la cual se paró justamente en las flores que había depositado en la lápida del chico. Sonrió, limpiando las lágrimas de sus mejillas que ya iban por su cuello.

— Es igual de hermosa que tú.. — La mariposa se posó en sus manos, Seungkwan sonrió y simplemente la dejó en ese lugar que hiciese lo que quisiera.

— Lo tomaré como que estás de acuerdo, al final, sé que nos reuniremos en otra vida, y sino, en la siguiente.. —

La mariposa se paseó por su cabello y se detuvo en su nariz, estuvo ahí aleteando un poco y emprendió su vuelo, desapareciéndose entre las luces.

— Te amo Hansol, espérame como yo te estaré esperando toda mi vida, aunque sea en forma de mariposas.. — Se levantó, se dio la vuelta y comenzó a caminar, aún con sus ojos produciendo lágrimas.