Un arma venidera más allá del horizonte del mar del Este, cuyo origen en de creación es desconocido. Posee unas escrituras en lo que se podía llamar la "hoja" pero aún así, son desconocidas las inscripciones.
Bajo el verdadero conocimiento, se cree que hay una tierra más allá del Este, esta tierra se conocio en los mitos y leyendas como la tierra de los dioses de la guerra, usado como connotacion de una zona de miseria, muerte y tragedia, pues, aquel objeto venidero de aquellos lugares es tal abominación llena de gran fuerza y poder.
Einoshi... El nombre que se le dió aquella hoja custodiada, tiene orígenes de las tierras indígenas de aquella tierra, especialmente, es la extensión vivaz de un dios; un dios de la destrucción y maldad que rige la muerte y putrefacción en sus dominios:
Ah Puch.
Ah Puch, conocido como el Hub ahau (señor uno; primer Señor), Yum Kimil (señor de la muerte), Kizin (el fétido). Este ser Reina sobre el inframundo Maya, y su poder se extiende incluso a otras regiones fuera de su dominio, no es por nada pues que, su propia carne llegase a Okinashima. Ah Puch era malicioso y audaz, cuasi caótico consumiendo la muerte de los mortales e incluso provocando ciertos desastres para que llegase a conflictos, una mente Maquievelica que le gustaba observar la guerra pero hubo algo en toda su vida que lo alteró, Lo que los inteligentes llamaron, Inmortalidad.
No morir, una vida eterna y prodigiosa, una abominación del curso natural de las cosas y fue algo que, por supuesto enfureció en Cólera a Ah Puch, pues... almas poderosas que hallaban la inmortalidad no eran consumida para el beneficio propio. En negación e irá Ah Puch, se decidió en devolver el curso normal de todo, como una excusa para sus hermanos pero su verdaderas intenciones era consumirlas pues... Si bien lograban conseguir esa inmortalidad, el toque de Ah Puch así como las representantes de la muerte misma era capaz de acabar con ella.
Ah Puch viajo por muchas tierras en busca de aquellos inmortales, como un humano por supuesto y observando las guerras de las antiguos pueblos en inmortales anotando las cualidades, pues, si bien podía matar inmortales, necesitaba una forma de inhibir su propio poder ya que una equivocacion podría incluso convertiste en un dios aquel inmortal o simplemente no tener efecto. Cada inmortal, cada mito, cada leyenda, él observaba y seguía escribiendo todas las formas que estos individuos conseguían su inmortlaidades, el como funcionaban, maldiciones, hechizos, ritos, de todas las vías, pues, estaba decidido a lograr su objetivo.
Durante su experimentacion, había logrado su objetivo finalmente... Un nuevo concepto de la existencia, una Amalgama de su poder maldito y poderes extranjeros, un poder que la muerte misma le tendría miedo. Pero, la firmeza Ah Puch no pararía ahí y sus ansias de poder lo llevaría a incluso concebirse como poseedor del mismo, un poder que le permitiría eliminar cualquier forma de inmortalidad, tanto pasada, presente y futura. Una arma "mortal".
En euforia desmedida, Ah Puch intento consumir aquella creación suya pero el poder era tan extraño que si bien, era posible ser su inhibidor, Ah Puch no pudo moverse por la presión de tan extraño concepto quedándose atrapado en el plano de su propia existencia infernal. En un último intento, Creo una figura parecida a su rostro que terminó por dejarla en el mundo mortal, Millones de años atrás de su inmovilización eterna.
Este collar, el collar qué serviría como conductor de su poder y el poder mortal sería el intento desesperado de aún poder lograr su objetivo y el "deseo" de mantenerse vivo irónicamente.
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Mierda mental.
RandomDamas y caballeros, aquí no hay mucho que decir. Tras el último incidente de este lugar, porquería extraña ha empezado a llegar aquí en muchas formas. Tengo demasiado que limpiar, pero algunas de... uh, "estas" cosas se ven "interesantes" a mi gust...