Natalia era una niña muy hogareña, le gustaba ayudar a su abuela a cuidar los borregos porque eso le daba mucho tiempo al aire libre. En el campo podía dar rienda suelta a su imaginación y vivir las más emocionantes aventuras.
A veces, era una hermosa bailarina de ballet, otras veces una intrépida piloto de aviones de combate que salvaba al mundo; pero su mayor sueño era poder ir a la luna.
Una tarde mientras cuidaba de los borregos de su abuela, fijó su ilusionada mirada en la luna llena, la contemplaba con gran admiración cuando escucho una dulce vocesita, al buscar a su alrededor de dónde venía esa voz, apareció frente a ella una pequeñita y muy bella hada.- La luna es muy hermosa, verdad? - dijo el hada.
- Si! - contestó con entusiasmo la niña.
- ¿Te gustaría visitarla? - le preguntó.
- Oh, si! Si, si! - exclamó la pequeña niña.
- Yo puedo llevarte hasta ella - dijo el hada.
- Oh, eso seria maravilloso! - respondió Natalia entrelazando sus dedos sobre su pecho y con ojos ampliados llenos de ilusión.
-Bien, vamos a la luna!- fue la respuesta del hada.
La pequeña hada voló alrededor de la niña y la cubrió con un polvillo que hizo que los pies de Natalia se levantaran del suelo. Llena de felicidad, Natalia volvió la mirada hacia su objetivo: la luna. Y entonces...
Natalia despertó de su sueño. Pero en lugar de estar triste, dió un vistazo a la hermosa luna llena y dijo para sí misma: Algún día, podré visitarte luna querida.
-Fin-
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La niña que quería ir a la luna
FantasyRelato corto del más grande anhelo de una pequeña niña.