─ ¿Rechazada? ─ Tomoko miró unos papeles los cuales fueron dejados sobre su escritorio por la chica de cabello pelirrojo.
─ Lo siento Tomoko, aunque cumplas con los requisitos que tomamos, si no respetas las reglas de la banda estarás fuera.
Y así, las tres chicas que la rodeaban se fueron del salón, dejando a la muchacha con la palabra en la boca.
Llevaba dos años en dicha banda y cuando comenzaron a tener éxito -gracias a ella.- misteriosamente la echaron por "no cumplir con las normas de la banda."
Y con no cumplirlas se refería a: tal vez no gustarle un ritmo de la canción, querer participar en la letra, componer canciones sin el consentimiento de las mencionadas, etc.
Tomoko sabía perfectamente que la echaron porque ella tenía más éxito que las demás, aún así, nunca abuso de ello y siempre se quedó callada poniendo a las demas chicas delante suyo.
─ Malditas idiotas insensibles... ─ Con su furia acumulada, apretó el papel donde misteriosamente marcaba que fue hechada de una banda escolar compuesta por chicas.
♡
La guitarra eléctrica que tocaba Tomoko en dicha banda fue estampada una, y otra, y otra vez sobre el suelo de un parque que no se encontraba lejos de la escuela.
Cuándo ya no quedaba parte que se pudiera salvar de dicho instrumento, una sonrisa algo extreña se le escapó, tirando el poco aparato que sostenía sus manos.
─ Uff, esa guitarra debió costar caro. ─ Una voz gruesa y masculina se escuchó del lado derecho de Tomoko, seguido de unos pasos que se acercaban cada vez más a ella.
Al girar su cabeza se encontró con un muchacho de cabellos negros y largos, brillantes e incluso más cuidado que el cabello de ella.
─ ¿Y tú quién eres? ─ Exclamó la muchacha alejándose al mismo tiempo que el desconocido se acercaba a ella.
─ Perdón por mis malos modales, soy Keisuke Baji, pero tu puedes llamarme Baji-Kun. ─ La cara de Tomoko paso de ser 'tengo miedo' a '¿Que esta diciendo este tipo?'. ─ Y yo supongo que eres Tomoko Yoshida, un gusto.
Extendió su mano a la muchacha, mientras ésta la extendía de igual forma con algo de desconfianza.
─ ¿Cómo me conoces? ─ Vamos a la misma escuela, tu eres un año más grande que nosotros, siempre te veo en los recreos y era obvio que te conocía por la popularidad que tenias en tu grupo de Rock 'Lady's Form', tu salida de la banda inundó las redes sociales de dicha formación.
La expresión de Tomoko no cambiaba de la sería, llegando a asustar un poco a Baji, aunque simplemente el orgullo le ganaba. Pateó los restos de guitarra mientras se dirigía a uno de los columpios para sentarse en este.
- ¿Y que quieres de mi? ─ Yo-
─ Pss, pss, ¡Baji! ─ Un sonido llamó la atención del mencionado, mientras que se daba vuelta para encontrarse con dos muchachos más, uno rubio y otro que parecía la mezcla de ambos muchachos por su tono de cabello. ─ ¡Apúrate en preguntarle! ¡Mi madre me va a regañar si vuelvo tarde a casa!
Baji no pudo evitar reír, sintiendo una satisfacción en el pecho al escucharlos, asique más decidido se sentó en el columpio sobrante junto a la chica, mirándola.
─ ¿Esos son tus amigos? ─ Desgraciadamente lo son, se llaman Matsuno Chifuyu y Kazutora Hanemiya.
Ella levantó su mirada, viendo que ambos muchachos se escondían muy mal detrás de un pilar de piedra que se encontraba en el parque.
¿Qué vas a preguntarme? ─ Baji bajó su mirada unos segundos, moviendo sus pies de a poco para tomar impulso en su asiento.
─ Tenemos una banda, no es grande y nisiquiera debutamos oficialmente, somos buenos tocando y cantando, pero nos gustaría que alguien más se uniera. Cuando vimos tu comunicado que abandonabas el grupo del colegio, pensamos que sería buena idea preguntarte, aunque entendemos si dices que no, de todas formas eres muy famosa en el estado y unos inexpertos como nosotros no estamos a tu nivel.
Ambos compartieron un incómodo silencio por unos segundos, pero ella fue la primera en hablar.
─ No se que decirte Keisuke, honestamente no me siento estable para formar otra banda, pero si esto pasa pronto te diré mi respuesta, por favor esperala hasta entonces.
Se levantó de su columpio, caminando a la salida de dicho lugar para dedicarle una sonrisa al mencionado, haciendo que este se sienta extrañamente satisfecho.
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