ɢʀᴀɴ ᴍᴀᴇsᴛʀᴏ ᴅᴇ ᴊᴜᴇɢᴏs ᴅᴇ ғɪᴇsᴛᴀ ᴅᴇᴍᴏɴɪ́ᴀᴄᴏs |ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿ✅

Capítulo 25 : El juego de la medianoche

Las finales fueron la peor época del año. Aún así, terminaron demasiado rápido. Era verano y, aunque Wei Wuxian estaba emocionado de estar fuera de la escuela, ya no podía ver a Lan Wangji. En ocasiones le enviaba mensajes de texto e incluso recibía respuestas. Pero no era lo mismo.

La ausencia hace crecer el cariño y ese fue realmente el caso. Contó los días hasta que el año escolar comenzara de nuevo. Y volvió loco a Jiang Cheng. Pero estaba obligado a hacer eso.

Lenta pero segura, pasaron los meses. Se acercaba la fecha de regreso. Pero primero, Wei Wuxian tuvo una idea.

Comenzó cuando él y Jiang Cheng se quedaron en la casa de Nie Huaisang. Estaban de luto por el final del verano y, por lo tanto, Nie Huaisang estaba de fiesta. Había pizza, alcohol y videojuegos. Una buena noche al fin y al cabo.

Alrededor de las once, estaban buscando algo nuevo que hacer.

"Entonces", comenzó Wei Wuxian, "tengo una idea".

Habían pasado meses desde que engaño, no, les pidió a sus amigos que jugaran un juego paranormal con él. No debieron esperarlo porque no lo interrumpieron de inmediato.

"Deberíamos jugar el juego de la medianoche".

"Este no es otro de tus juegos espeluznantes, ¿verdad?" Preguntó Jiang Cheng.

"No es espeluznante. Es aterrador. Convocas al hombre de medianoche para que juegue a la mancha contigo".

"No", dijo Jiang Cheng.

"Siempre dices que no", se quejó Wei Wuxian, "¿Tienes miedo?"

"No tengo miedo. Simplemente no quiero más sueños de Lan Wangji matándome".

"¿Cuándo fue la última vez que tuviste uno? Hace casi un año, ¿verdad? Mientras Lan Zhan no esté allí, estarás bien". Probablemente soñaría con el hombre de medianoche, pero Wei Wuxian no iba a decir eso.

"No."

"Creo que estás asustado", dijo Wei Wuxian, "estás asustado por un par de pesadillas. Qué cobarde".

Jiang Cheng parecía enojado. Wei Wuxian no solía incitarlo tanto, pero realmente quería hacer esto. Y los necesitaba allí.

"Cállate, Wei Wuxian."

"Si no tienes miedo, pruébalo. Juguemos".

"Tengo miedo", dijo Nie Huaisang en voz baja. Pero lo ignoraron.

"Bien. Juguemos. Pero si tengo un sueño más donde Lan Wangji intenta matarme."

"Lo sé. Lo sé. Me ahorcaras de nuevo." Él sonrió.

"Lo haré de verdad esta vez."

"Claro que lo harás."

"¿No necesitamos cosas para jugar?" Preguntó Nie Huaisang.

"Necesitamos velas, fósforos, papel, un lápiz, un alfiler y sal", dijo Wei Wuxian. "Y, afortunadamente, empaqué todo eso. Y necesitaremos una puerta de madera".

Nie Huaisang no se veía feliz por eso.

"Bien, hagámoslo", dijo Jiang Cheng, molesto.

"La casa de mi hermano", dijo Nie Huaisang, "y nuestra casa no tiene una puerta de madera".

"Sé dónde hay uno", dijo Wei Wuxian.

"Nuestra casa tampoco tiene uno", dijo Jiang Cheng.

"No iba a decir eso. Iba a decir que la puerta del sótano del dormitorio Lan lo hace".