🚬

65 11 0
                                    

Se mencionarán los rumores en los que estuvieron implicados Lucas y, más tarde, Jungwoo sobre el tabaco, ya que esta historia está inspirada en eso. No estoy afirmando ni negando si son reales o no, mucho menos estoy dando mi postura ante el tema, solo es ficción. Si no es de tu agrado, nadie te obliga a leer.

🚬

Jungwoo se sintió realmente mal cuando vio todos esos post en twitter. Lucas estaba en problemas por su culpa y eso solo le generaba más ansiedad.

Sus piernas, sus pies y los dedos de sus manos estaban inquietos. Mordía sus labios y, si perdía la cabeza un poco más, comenzaría a morder sus dedos.

Yukhei había sido citado por la empresa, así que no lo descubriría. Corrió a su cajón y revolvió, buscando la pequeña cajita que podía calmarlo durante un rato. Pero no podía encontrarla. Revisó el resto de cajones, revolviendo toda su ropa, esperando encontrar alguna caja olvidada, incluso revisó en los cajones de su compañero de habitación.

—Lucas hizo lo mismo ayer por la mañana —comentó Jaehyun, entrando a su habitación y dando un mordisco a la manzana en sus manos—. Supongo que se llevó todo lo que estás buscando.

Jungwoo bufó, poniéndose en pie y saliendo de la habitación, dejándola hecha un desastre. Ir al departamento de WayV y revisar la habitación de Lucas, no era una opción, pero tal vez Johnny podría ayudarlo.

🚬

—Salió —contestó Donghyuck, apoyado contra el marco de la puerta de su habitación con Johnny—. ¿Lo necesitabas para algo?

Jungwoo negó y se alejó con prisa, frustrado. No podía simplemente salir a comprar más. Aunque el foco de atención era Lucas, probablemente el mundo estaría más al pendiente de los movimientos de todo el grupo. Por su culpa.

Entonces una vaga esperanza se cruzó por su mente. Corrió nuevamente a su habitación, esta vez vacía y solo con su parte desordenada, y revisó en cada bolso, bolsa y bolsillo que tenía. Y finalmente lo encontró.

🚬

Flashback

Jungwoo creía que nadie podía encontrarlo en esa terraza. Sacó un cigarro de la cajita y escuchó el ruido de la puerta a su espalda. En un hábil movimiento, quitó el cigarro de sus labios y lo ocultó en el bolsillo del pantalón antes de girarse.

Lucas se acercó a él, quitó la cajita de sus manos y la guardó en el bolsillo de su camisa.

—Te dije que-

—Ya lo sé —bufó el menor—, dañará mi garganta y mis pulmones. Pero al menos calma la ansiedad, que daña mi mente y mi alma.

—Te dije —repitió Lucas, con tranquilidad y una sonrisa amable— que recurras a mí cuando te sientas ansioso.

El menor observó a Jungwoo con su preciosa sonrisa y colocó un mechón de cabello detrás de su oreja, antes de que alguien subiera a la terraza a buscarlos.

Fin del flashback.

🚬

Dio una profunda calada, calmando sus nervios al instante. A veces se preguntaba si no era algo psicológico y realmente la nicotina no le hacía nada, pero no había forma de comprobarlo.

Aspiró nuevamente y soltó todo el humo al cielo. Aquel tormentoso día no podía ir más acorde con su cabeza y sus sentimientos en ese momento.

Bajó la mirada y observó por un largo rato el cigarro en sus manos, consumiéndose con lentitud, como su mente lo hacía con su cuerpo. Era el único que tenía hasta tener tiempo libre para escabullirse a comprar más cajetillas, así que dio otra calada. Y no se detuvo hasta que llegó por completo al final.

Apagó el cigarro contra el pequeño cenicero que tenía escondido en su balcón y se dejó caer en uno de los sillones. Colocó los pies sobre la mesita y cerró los ojos, sintiendo la brisa fresca correr dentro de su ropa.

Esos momentos en su balcón lo calmaban casi tanto como un cigarro, pero necesitaba de su compañía para que hiciera efecto.

—Odio que llegues a este punto por mi culpa —la voz sonó con mucha suavidad, pero Jungwoo se sobresaltó y giró su torso. Observó los pasos de Lucas hacia el sillón frente a él, el menor tenía su mirada fija en el horizonte, incluso ya sentado y después de varios minutos de silencio.

—¿Qué te dijeron en la empresa?

—Debo tener un perfil bajo por el momento —aún no le devolvía la mirada—. Iba a guardar la caja en mi bolso pero empezó la videollamada y lo olvidé por completo. Tampoco esperaba que lograran verlo.

—Es mi culpa —murmuró Jungwoo, sintiendo la ansiedad regresar a él, pero Lucas tomó su mano, acariciándola como consuelo y viéndolo a los ojos con una sonrisa.

—Por supuesto que no —Yukhei se levantó del asiento y se acercó a su mayor, colocándose en cuclillas a su lado—. Nada de esto es tu culpa. Pero prométeme que me llamarás si te sientes mal, sabes que vendré corriendo a ti.

Jungwoo asintió con lentitud. La brisa se hizo más fuerte un instante, dándole un pequeño escalofrío. O tal vez esa sensación venía de la profunda mirada que le daba el chico frente a él. Esos enormes ojos lo observaban con admiración y cariño, hinchando su pecho de emoción y haciéndole soltar un pequeño suspiro.

El menor acortó la distancia entre ellos y unió sus labios, enredando sus largos dedos en la nuca de Jungwoo y acariciando su mejilla con el pulgar. Y Jungwoo sintió todo su cuerpo relajarse. La ansiedad de momentos antes había desaparecido y sentía que todas sus preocupaciones se esfumaban por un instante.

No estaba seguro de qué tenían los labios y la lengua de su menor, pero definitivamente no era nicotina. Y aún así podría volverse más adicto a sus besos.

No haría daño a sus cuerdas vocales o a sus pulmones, tampoco le dejaba mal aliento o manchaba sus dientes. Y definitivamente le gustaba más y tenía un mayor y más duradero efecto. ¿Quién necesitaba cigarros cuando tenía los besos de Lucas?

Ya sabía a quién acudir en una próxima crisis.

🚬

AdicciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora