Naruto era un niño muy alegre, por decirlo era un sol, siempre sonriendo y ayudando
Pero los aldeanos de su aldea odiaban sus tripas por que cada que podían lo insultaban y en ocasiones llegaban a los golpes
Estaba por su cuenta, excepto que el tercer hokage trataba de hacer todo lo que podía por el, pero gracias al papeleo extra, causado por los aldeanos, casi no estaba con el
Trataba de no llorar en ningún momento, estaba cansado de todo
Todos los días lo mismo, parecía un bucle infinito, dolor, dolor, dolor, lágrimas, lágrimas.....
Un día le preguntó a hiruzen quién era su madre, como respuesta le entregó una bufanda roja
Hiruzen : ella la hizo, me pidió guardarla
Naruto la tomó, se la puso y undio su rostro en ella, era tan cálida
Ese día durmió bien, por decirlo así algo interesante de él, era que tenía muchas pesadillas, lo atormentaba los aldeanos, sus insultos, miradas, sentimientos y golpes
Pero esa noche soño con su madre, una bella pelirroja de ojos morados
Al despertar se aferro a aquella bufanda roja, para relajarse fue a lavarse el rostro pero casi grita al mirar sus ojos
Uno era rojo el otro era rojo rodeado de azul, lo curioso que al exaltar se desprendieron un fuego morado
Le recordó a los ojos de su madre, lentamente se fue a su cama pero miró algo más escalofriante
Un rostro.... La cabeza flotante de su madre, su pelirroja melena flotando, y sus ojos morados más brillantes que nunca, sus manos eran unos guantes rojos
Naruto: m-mama....?
Kushina : oh mi lindo naru, soy yo, mamá...
Naruto soltó un par de lágrimas se quedó hablando con su madre casi toda la noche, al día siguiente ella seguía ahí, así que sonriente salió de su hogar con ella
Soltando chistes de vez en cuando, hablando con ella, quien lo veía lo miraba como si estuviera loco, naruto no les hizo caso a sus miradas estaba muy feliz hablando con su madre
Como tenía... 6 años, dentro de poco entraría a la academia, estaba emocionado, su madre estaría ahí lo sabía, eso lo emocionó mucho más
Al llegar a un parque se sentó disfrutando de la compañía fantasmal, se retiro a comer ramen con su madre quien le sonreía dulcemente
Aunque ella no sabía cómo había terminado así, pues derrepente podía hablar con su hijo, de forma rara pero lo hacía y agradecía la oportunidad de estar a su lado, se prometió apoyarlo sin importar que camino elija
Finalmente en la noche kushina le dijo algo
Kushina :hijo... Sabes debemos empezar a entrenar para que puedas ser fuerte y lograr lo que te propongas
Naruto: si!! Que me enseñaras mamá?
Kushina: entrenaremos tu recistensia, fuerza, velocidad, reflejos
Naruto: ok
Dijo sonriente, al día siguiente kushina le dio una rutina ligera para su hijo, sorprendentemente al final de 5 meses tenía la fuerza de un gennin, la resistencia de un chuunin, la velocidad y reflejos casi de un jouunin
Casi por que aun así un jouunin promedio podría vencerlo en velocidad
Aun así, el sufrimiento de naruto por parte de la aldea sólo aumentó al ver sus ojos, pero se forzába a sonreír, con lágrimas seguía sonriendo, tenía a su mamá que más podía pedir
Kushina sufría al ver así a su hijo por lo que recordó que podía absorber un poco del chakra del zorro de las nueve colas al estar un poco vinculada, o más bien gracias a que aun tenía una pequeña conexión con su chakra sólo podía absorber de muy poco
Con eso podría hacer un par de cosas...
Sonrió victoriosa ni en la muerte dañarían a su bebé
Aunque no sabía que las malas, los pocos sentimientos negativos residuos se infiltrarian en ambos, no lo suficientemente pero los aria sádicos a ambos
Esto al kyuubi le pareció interesante, ver cómo se desarrollaba sería muy interesante
