Miedo

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Yo era un violín, mis cuerdas estaban gastadas, mi estuche... Polvoriento, nunca habia sido tocado y por eso jure que habría nacido desafinado, mi arco, fiel compañero descansaba muerto a lado de mis sueños, con sus tensas cerdas parecía perder cada vez más el interés de conocer las notas musicales, mi madera respiraba arena que se hacía polvo por el juego de las polillas al confundirme con un esqueleto digno de ser arrancado de todas sus carnes, un latido, una sonrisa más de pronto recorde al humano que me hizo, ¿Qué buscaba? ¿Qué esperaba?, recordé mis memorias como un árbol inconsciente, ¿podia tener un lugar en la vida?, ¿uno más alla de la inconsciencia y la peligrosa sapiencia?, Veo caer mi último trozo de cordura... Y muero.

SieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora