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Y ahí se encontraba Duxo, peleando contra zombies y esqueletos, estaba herido, había corrido para alejarse de ellos, aún así aparecían por cualquier dirección y no le quedó otra opción que pelear, sacó su espada y escudo, empezando a defenderse y atacarlos, poco a poco iban disminuyendo, pero sus heridas eran cada vez más, si seguía así no iba a poder contra ellos, estaba cansado y los enemigos seguían apareciendo; cuando había acabado con todos estaba muy agotado y sus heridas sangraban, se le dificultaba mantenerse en pie, estaba mareado, empezó a ver un poco borroso, no sabía en dónde estaba ni a dónde iba.

Estaba tratando de mantenerse conciente, se iba apoyando de algunos árboles o rocas del camino, estaba muy oscuro para poder guiarse de su brújula, no llevaba antorchas y tenía frío, sin embargo tenía que regresar a su casa si no quería morir ahí, poco a poco sus ojos empezaban a ser pesados, no aguantó más y se desmayó.

Cómo terminó ahí? Pues estaba buscando a su amigo desaparecido, al cuál a estado buscando durante semanas sin resultado.

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Lentamente abrió sus ojos y se dió cuenta que no estaba en el bosque, estaba en un lugar desconocido, no era su casa o eso pensaba, pues no recordaba casi nada, lo único que sabía era de que había salido de su casa a buscar algo y terminó desmayado en medio del bosque, sus demás recuerdos eran borrosos, por más que quisiera recordar no había nada, su mente estaba en blanco.

Se levantó de la cama, la acomodó un poco, se quedó un rato observando los detalles de la habitación, había una mesita de noche y vió que había una nota, se acercó a ella y la leyó.

Espero que ya estés mejor, aquí te dejo ropa para que te cambies, puedes tomarte una ducha en el baño de mi habitación, después baja para que desayunes.

Se quedó aún más confundido, ¿Dónde estaba? ¿Quién era el dueño de esta casa?; No le quedó de otra que ir a bañarse y tomar la ropa prestada, después de bañarse salió de la habitación, vió una escaleras que daban a la primera planta, bajó y observó todo a su alrededor y vió que en la pared había cuadros con frases en inglés, la pared estaba tapizada con un diseño de flores moradas, en la cuál había una mano pintada.

Veo que ya despertaste

Duxo se asustó y volteó a ver de quién venía esa voz, se le hacía muy familiar, pero no recuerda de donde, era un chico que tenía una mascarilla negra que cubría su nariz y boca, sus ojos eran grises que al parecer también tenían un poco de color miel.

Oh, perdón si te asusté, no era mi intención- dijo mientras se quitaba la mascarilla

No te preocupes, solo estoy un poco desorientado. . . disculpa, pero ¿Dónde estoy? y ¿Quién eres?

Bueno, mi nombre es Aquino y esta es mi casa, te encontré desmayado en el bosque, no podía dejarte ahí, estabas muy herido

Asintió y se dió cuenta que sus heridas las había curado el.

Toma asiento, necesitas comer- Aquino señaló la mesa para que se sentara mientras salía de la cocina con el desayuno de ambos

El desayuno estaba frente a sus ojos, eran hot-cakes y tenía a su lado miel y fresas, se veía muy delicioso, aunque con el hambre que tenía podía hacer aceptado cualquier cosa.

No deberías haberte molestado, nisiquiera nos conocemos, ¿Por qué me ayudaste?

Pues si yo estuviera en medio de la nada herido hubiera querido que me ayudaran, además si no te curaba tus heridas se iban a infectar

Just A Memory; DuxinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora