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Cuando lo encontré en la cocina casi me atraganto con mi propia saliva. Cuando estoy a punto de darme la vuelta y volver a mi habitación para hacer cualquier otra cosa que no sea verle el se gira hacía mi. Mierda, su mirada casi me hace sentirme desnuda y eso que voy completamente vestida. Joder, ¿hace cuanto qué no lo besaba? 

No, t/n concéntrate, estas aquí para hablar con el no para centrarte en sus labios tan perfec... MALDITA SEA, ME TENGO QUE CENTRAR.

- B-buenos días - murmuro y me quedo mirando a un lado de la cocina donde no se encuentra él.

- Buenos días t/n - mi mirada vuelve hacía él quién ahora esta sonriendo.

Mi corazón se acelera, estos días me han servido para darme cuenta de cuanto lo echaba de menos a él, a sus estúpidas sonrisas, sus besos y JODER su todo.

- Oye... yo quiero hablar contigo - el brillo de sus ojos me hace sonreír.

- Sí perfecto, mmm, si quieres vamos a mi habitación o... - intenta seguir hablando pero no puede porque yo ya me he abalanzado a besarle.

Vale, se supone que no iba a hacer eso. Y que lo íbamos a hablar y yo esperaría a que el me hiciera algún detalle para que lo perdonara totalmente y... bueno mejor dejo de soñar despierta mientras lo beso.

Con mi beso se quedo algo desconcertado pero rápidamente me siguió el ritmo e incluso lo aumento. Nuestros labios están en perfecta sincronía y nuestras lenguas empiezan a rozarse lentamente pero termina en un beso mas caliente de lo que me esperaba en un principio. Nos separamos para coger aire y nos volvemos a besar... pero esta vez sus manos bajan a mis muslos, los cuales sube haciendo que yo ponga mis piernas alrededor de él y él vuelva a cambiar la posición de sus manos, ahora se encuentran en mis nalgas y noto que nos movemos. No se a donde solo se que él quita una de sus manos de mi y oigo el sonido de una puerta. Unos segundos después me encuentro poniendo asegurándome de que la puerta esta completamente cerrada.

No se cuanto tiempo pasa, pero se que el suficiente como para que después de tantos besos estemos a punto de hacerlo.

- Quizás deberíamos parar - digo y suelto un jadeo cuando él me da un pequeño mordisco en el lóbulo de mi oreja.

- ¿Por qué tendríamos que parar nena? - oh dios mío, ese nena me ha calentado mucho más de lo que debería haberme calentado.

- Porque... - doy un suspiro cuando comienza a dar besos en mi cuello - están todos los de la casa y nos van a escuchar.

Joder, con sus besos subiendo y bajando desde mi mandíbula hasta mi hombro se me hace difícil querer parar esta situación. Aunque como estoy encima de él empiezo a moverme circularmente sobre él, mierda, lo había echado mucho de menos.

- Te crees que teniéndote encima de mi moviéndote me importa en lo más mínimo que nos escuchen - vuelve con los besos por mi cuerpo.

- Cierto, a mi también me daba igual - el suelta una pequeña risa.

Pero yo pongo mi mano en su mentón obligándole a mirarme.

- ¿Qué quieres? Estaba ocupado besando a mi novia - me dice el "enfadado".

- Oh perdón, no me había dado cuenta - ruedo los ojos y él me da una sonrisa divertida -. Perdón por no haberte creído desde el principio yo...

- Cállate necesitabas tiempo, ahora por favor lo que yo necesito es que lo hagamos de una puta vez, por favor.

- Idiota - le doy un pequeño golpe en su hombro pero él me besa en los labios y yo pongo mis manos en su pelo, tirando ligeramente de él.

Cuando me quiero dar cuenta ya estoy quitándome la camiseta y él ya se ha quitado la suya. Pero para molestarle me la voy quitando lentamente... demasiado despacio.

Privé Crew (Ralf y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora