Capítulo OO1

24 7 12
                                    

Era una mañana impresionante y en la movida ciudad de Seúl todos seguían su rutina diaria, nadie creería que sucedan cosas interesantes tan temprano. Lo cierto es que mientras no se trate a nuestro alrededor no es de nuestra incumbencia. En un callejón oscuro donde muy pocos peatones se animaban a cruzar y quedando apenas iluminado por el sol, un muchacho intentaba defenderse.

—Está bien —habló HoSeok con el labio levemente partido, el pómulo derecho morado y con su cabello ligeramente desordenado, daba la apariencia de un chico malo—. Les pagaré..., puedes decirle a tu jefe que tendré su dinero listo.

—Dos meses HoSeok —dijo aquel hombre que lo golpeaba y lo terminó dejando en el suelo—. No olvides que esto puede terminar muy mal para quienes amas.

HoSeok intentó fulminarlo con la mirada, lo cierto es que nadie podía meterse con su familia, la única que le quedaba. Se limitó a asentir con la cabeza mientras se agarraba el lado izquierdo de su torso. El hombre lo dejó tirado en ese lugar, HoSeok se levantó algo adolorido pero aun así tenía que mostrarle al mundo que no se rendía tan fácilmente.

Caminó por el trecho de aquel callejón y sonrió mientras caminaba hacia su trabajo "PRINCESS MIN COFFE"; aprovecharía que todavía no era la hora de ingreso y de que sus compañeros lo vieran de manera tan fachosa. Tras el largo recorrido llegó al fin sonriendo, que siempre fue una característica suya, muy pocas personas alguna vez lo vieron triste o molesto, solía llenar de un ambiente lleno de alegría a su alrededor por mucho que no fuera su intención.

—HoSeok, ¿qué son...? ¡Oh cielos! ¿Qué te pasó? —exclamó JiSeul, una muy querida amiga, a la que veía como una hermana, así ella lo viera de otra forma.

—Tranquila JiSeul, lamento llegar algo tarde —sonrió HoSeok, aquella era su forma de decirle que no se preocupara más— sólo intentaron asaltarme, pero al ver que no traía nada sólo me golpearon.

—Deja que te cure —JiSeul suspiró mientras comenzaba a buscar el botiquín detrás del mostrador.

—Estoy bien —musitó HoSeok sujetándola del antebrazo con cariño— tranquila continúa con lo que estabas haciendo.

—HoSeok en serio...

—En serio, no es importante. Pero antes, ¿tienes maquillaje?

—Sí —respondió JiSeul confundida, pero con una sonrisa en su rostro- está en mi bolso.

—Gracias, sólo lo necesito para cubrir mis heridas

JiSeul asintió y decidió hacer lo que HoSeok le había dicho. Para él no era la primera vez que lo golpeaban, ya había sucedido en otras ocasiones y prefería no dar explicaciones de aquellas marcas que aparecían con demasiada frecuencia. Dolía mucho, solo tenía que aguantar.

La jornada avanzaba de manera muy tranquila, la cafetería tenía la misma clientela en su mayoría estudiantes, parejas, madres y en el rostro de HoSeok no se existía rastro de que hubiera recibido golpe alguno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La jornada avanzaba de manera muy tranquila, la cafetería tenía la misma clientela en su mayoría estudiantes, parejas, madres y en el rostro de HoSeok no se existía rastro de que hubiera recibido golpe alguno. Con aquella sonrisa que lo caracterizaba nadie creería que tiene millones de cosas en las que preocuparse; muchas estudiantes iban solo por él, claro que no podía quejarse ya que su abuela siempre le dijo que era un chico muy guapo, y sus fanáticas (en mayoría adolescentes) decían que su belleza no era parte de este mundo.

—Gracias —sonrió una muchacha mientras él dejaba su orden en la mesa, antes de que HoSeok se retirará le entregó una servilleta.

—De nada —sonrió mientras tomaba la servilleta y la miraba arqueando una ceja, terminó guiñándole, en ella estaba anotado un número de celular.

Yacían más de las dos de la tarde, la afluencia de personas disminuía y era más que claro que pronto podría descansar, sin quitar de lado sus dolores por la paliza recibida.

—Oh no —dijo un muchacho, quien era el jefe de personal—. Bien, ya conocen sus lugares... ahí viene la señorita Min.

Todos se tensaron al escuchar aquello menos HoSeok, sentía respeto hacia ella pero no miedo, poco o nada le importaba si venía o no para que la atendieran como única clienta del lugar, habiendo muchos a quienes más atender.

Cuando la señorita Min llegó y se ocupó una "mesa especial" como solía llamarla HoSeok, debido a que nadie solía ocupada al quedar con el letrero RESERVADO. Dos muchachos estando en su primer día, se dispusieron a atender a la señorita tomando su orden y desapareciendo rápidamente. HoSeok permanecía tranquilo, la fila que ellos formaban no era mucho problema para él, solo algo protocolar.

Sin embargo, un regaño lo sacó de su pequeña ensoñación.

—Recuerdo haber pedido otra cosa —la señorita Min estaba molesta, se paró y tomó lo que había pedido—. No esto.

Sin más que decir caminó directamente hacia HoSeok, convirtiendo su uniforme en una servilleta por así decirlo, pues tenía el café frío en la camisa blanca y el pastel en el cabello negro.

—Espero esto no se vuelva a repetir —sonrió con cierta sorna mientras otros dos atendían nuevamente a la señorita Min.

—Por supuesto que no —aludió HoSeok molesto, esto había sido la gota que colmó el vaso, era la tercera vez que le hacía lo mismo—. Porque la próxima vez seré yo quien la atienda.

—¿Perdón? —volteó la señorita Min, HoSeok pudo ver la molestia que le había causado su repentina contestación— Puedo saber, ¿por qué lo dices?

—Porque —sonrió HoSeok mientras comenzaba a sacarse el delantal—...es la tercera vez en este mes que me hace lo mismo.

—Si no te gusta entonces vete, que las puertas son bastante grandes —la señorita Min hablaba con sorna mientras bebía de su café, alguien le había llevado su orden después de su "berrinche", al menos así lo veían muchos.

—Oh créame, con mucho gusto lo haré —contestó HoSeok mientras, aquello la señorita Min no lo esperaba, ella solía tener el control en todo—. No puedo seguir trabajando para una niña mimada. Si me disculpa, me retiro.

Salió molesto, aún tenía la camisa manchada de café y el cabello pegajoso por el pastel de chocolate; no porque le pagaban debía ser tratado como un tapete. Estaba refunfuñando mientras caminaba que recién se percató de algo, renunció y tendría que estar feliz pero no. ¿Ahora qué haría?

𝖦𝗎𝖺𝗋𝖽𝗂𝖺𝗇 𝗈𝖿 𝗆𝗒 𝗁𝖾𝖺𝗋𝗍 → J

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝖦𝗎𝖺𝗋𝖽𝗂𝖺𝗇 𝗈𝖿 𝗆𝗒 𝗁𝖾𝖺𝗋𝗍 → J.HS

Holi. Sí, me la paso subiendo y bajando historias, pero hey, esta historia ya está terminada y solo quería resubirla. Espero en serio que lo disfrutes ya que está siendo reescrita, puede que las actualizaciones sean entre semana debido a que estás terminada. ùwú

Y porque necesitaba uno así de Hobi. 🥺💖✨

Seokie fuera. uwu

Guardian of my heart ➸ J.HS ❀; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora