Capítulo 7¿Amigos? No, gracias.
Aarón empezó a caminar hacia su padre mientras Aiden no apartaba la mirada de su espalda. El rostro del director me ponía de los nervios y dado que su puño ocultaba algo, podía imaginar, y deseo que no sea así, supongo que ya se ha enterado de lo de su hijo y Aiden.
No podía comprender nada de lo que está sucediendo. De un día para otro nuestro mundo se ha vuelto un garabato y las personas a nuestro alrededor no ayudan mucho.
Aarón se perdió de mi vista y Frey se giró hacia mí, mirándome fijamente a los ojos, como si estuviese esperando a que dijera algo.
—¿Qué ha pasado entre ustedes? —solté sin más.
—Cosas que no te importan, Juliana. No hables de esto, o te juro que llegarás a lamentarte.
—¿Disculpa? —aparta la vista de la mía— En primer lugar, es Julia. No Juliana. En segundo, ¿me estás amenazando?
—Me importa una mierda, la verdad. Tómalo como quieras—empezó a caminar con las manos en los bolsillos de su chaqueta negra. Mis ojos se fueron a sus botas negras y de repente se abrieron de par en par.
Chaqueta negra, botas del mismo color, manos en los bolsillos.
Los acontecimientos de anoche llegaron a mi cabeza con una rapidez inmensa y mi corazón empezó a latir con fuerza.
Aiden...
¿Podría ser Aiden la persona que me asechaba la otra noche?
No pude apartar los ojos de su espalda a medida que avanzaba. Sus pasos me hicieron sentir un escalofrío de temor y lancé un grito al sentir unas manos posarse en mis hombros.
—Tranquila —Eva levanta las manos en forma de disculpa—. ¿Estás bien?
Mi pecho seguía subiendo y bajando por los nervios, pero dije que no.
—Solo estoy un poco preocupada.
—Sí. Lo he imaginado—llevó una mano a su pecho, observando detrás de mi hombro—. No sabía que Aarón fuera gay. Creí que podríamos llegar a tener algo.
—Aarón no es gay, Eva. Alguien ha querido hacerle una broma de mal gusto —me cruzo de brazos, frunciendo el ceño—. Espera... ¿Te gusta Aarón?
—Bueno... —se rasca el codo—. Así de gustar...
—Te gusta.
—Sí —dice avergonzada.
—Wow. Pero no tienes que apenarte al decirlo.
—Supongo que no. Pero ya sabes.
—Claro. —No sabía a qué se refería, pero asentí con la cabeza.
Un minuto de silencio.
—¿Y sabes a dónde ha ido Aarón? Quiero hablar con él y que sepa que tiene a otra amiga aparte de ti —sonrió y sus ojos marrones se detuvieron en los míos, haciéndome sentir un poco inquieta.
Conozco a Eva durante mucho tiempo, ahora tiene el pelo oscuro, pero realmente es rubia. Fuimos vecinas durante casi un año y siempre me ha parecido una chica simpática, pero sé cosas de ella que nadie puede imaginar. Tampoco es que sea de mi incumbencia y tenga que andar por ahí contándolas.
—El director se lo ha llevado a su oficina y no creo que debamos aparecer por ahí — digo por fin—. No hasta que se calmen las aguas. Bueno, hasta que todos nos calmemos un poco. —Levanto las cejas. Volví a mirar detrás de mí, en busca de Aiden, pero este había desaparecido por completo.
Cuando la primera clase concluyó, Eva me acompañó al baño de chicas y luego nos dirigimos al salón de literatura. El maestro no estaba presente y corrimos hacia la cafetería en busca de una limonada.
Eva me resultó más interesante y amable. Sin importar el tiempo que llevamos conociéndonos, nunca habíamos hablado tanto.
* * *
De vuelta al salón, los chicos ya habían tomado sus asientos y unos que otros no paraban de hacer un mal chiste por las fotografías de Aarón y Aiden. Si esto ha resultado ser tan incómodo para mí, no me pudeo imaginar cómo debe ser para mi mejor amigo.
Me giré en mi asiento cuando Wes tocó mi hombro.
—¿Qué quieres?
—¿Me prestas un borrador? Creo que he escrito una palabra mal.
Ruedo los ojos tomando mi borrador del pupitre para depositarlo en su mano. Mi dedo índice rozó su palma en una milésima de segundo.
Su tacto es suave.
Quizá sus labios también.
Meneo la cabeza para apartar la vocecita de mi subconsciente.
—¿Hacendó se escribe sin H? ¿Qué es eso? —mira su cuaderno enarcando una ceja.
Dejo salir un suspiro—. Se escribe con h y es sinónimo de dar o conferir.
—Oh, gracias. Una chica inteligente—me devuelve el borrador y escribe una hache —. Me gusta. Después de todo la había escrito bien—me sonríe y vuelvo a darme la vuelta frunciendo los labios.
Miré al maestro de literatura quien tenía la mirada fija en mí, pero estaba en un pensamiento profundo como para darse cuenta de ello. Entonces Wes volvió tocarme el hombro y susurró a mi oído:
—¿Crees que podamos llegar a ser amigos?
Sus palabras me tomaron por sorpresa. Nadie me había hecho una pregunta de ese tipo en toda mi vida.
—Resulta que no lo creo—llevó una mano a su pecho fingiendo estar herido por mis palabras y apoyó su espalda en la silla—. Tu drama no es gracioso.
—Vamos, Julia, ¿no te gusta conocer a nuevas personas? Digo, esta vez no va a salir nada mal—me guiña un ojo y se incorpora en la silla entrelazando los dedos—. No me voy a enamorar de ti para luego desaparecer.
Y fue entonces, cuando mi respiración se detuvo y Jayden volvió a mi cabeza; removiendo los pensamientos, despertando el dolor en mi pecho y sintiendo la traición de vuelta.
¿Cómo puede decir esas cosas para hacerme recordar a alguien que desapareció hace casi un año?
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Alguien muere © [Parte 1] En físico
Mystery / ThrillerTras el robo de las respuestas de un examen y la aparición de un nuevo estudiante en el instituto Collins, las cosas empiezan a complicarse y secretos a salir a la luz. Unos secretos capaces llevarte a la muerte y hacerles daño a los que te rodean. ...