Capítulo 2

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(De nuevo, la música es opcional. Es solo un añadido a la lectura)


No puedo tener un chin otra vez.


Narra ___

El vampiro nos miró de nuevo, agitando su cabeza ferozmente, posiblemente para eliminar algún pensamiento no deseado. Intentó sacarnos del hotel, pero justo en ese momento muchos monstruos estaban entrando.

-Una de sus pirañas se comió a mi cuñada- gritó una criatura enfadada. El vampiro cuyo nombre no conocía, nos apretó contra él, evitando que fuéramos vistos. Su olor era una mezcla entre bosque y un buen libro. Me relajó al momento dicho aroma. 

El vampiro, nos movió velozmente por la recepción del hotel, hasta llegar a un pequeño armario de limpieza. 

-No, no, no- empezó a decir el vampiro, dando largas zancadas por el armario- esto es terrible. Nunca ha habido humanos aquí.Esto es terrible.- prosiguió con su pequeño ataque de pánico. 

Verle así de mal me daba punzadas en el corazón. No entendía por qué, yo era empática, pero también tenía un límite. Tal vez tendría que ver con el brillo morado de sus ojos. Sabía que los vampiros podían usar hipnosis, pero pensaba que sus ojos se volvían rojos, no lilas. Tendré que investigar eso más adelante.

Tras un rato de que él hablase con Johnny, mientras yo estaba en mis pensamientos. El vampiro, que luego conoceríamos como el Conde Dracula, se puso a rebuscar en la mochila de Johnny, en la que él guardaba todas sus cosas, y algunas de las mías. 

Sacó una camisa de Johnny, que debería haber pasado por la lavadora hace un par de albergues. Dramáticamente, Dracula se acorraló a si mismo en la pared, usando su capa como escudo del fétido olor que desprendía la prenda. Johnny la volvió a meter como si nada en la mochila. -Johnny, te dije que la lavaras- Le dije molesta, ese olor me había entrado hasta el cerebro. 

El vampiro retomó la compostura y volvió a rebuscar en la mochila de Johnny. -¿qué artículos de tortura esconderás aquí?- murmuraba- ¿dónde están las antorchas y los tridentes?- mientras rebuscaba, sacó una de mis prendas de ropa interior. Miró a Johnny confundido. -¿Qué es esto?¿Es tuyo?- le dijo, sosteniendo unas bragas de color (tú color favorito) pálido con un lazo pequeño en la parte de delante y rebordes tiernos. 

-Es de ella- dijo Johnny, sin inmutarse, señalándome. Dracula se puso rojo y lanzó mi prenda al fondo de la habitación. Maldición eran mis bragas favoritas.

-Lo siento jovencita- Dijo, más que sonrojado el vampiro con un hilo de voz. ¿Por qué se sonrojó?

✨Eres mi chin✨ (Drácula y tú) (bajo remodelación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora