El Proyecto Nerd

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Gruñí irritada al escuchar el despertador sonar.

Destapé por completo mi cuerpo y con ayuda de mis brazos me levanté de mi cama; sin pensarlo dos veces me encamine a mi armario con los ojos cerrados tropezando con algo y haciéndome caer de boca al piso maldiciendo al mundo en general.

Nota mental: no caminar con los ojos cerrados.

Puto lunes. ¿Por qué el lunes se empeña en que lo odie? El mundo sería más pacífico y cagaría arcoíris si no existieran los lunes.

Volví a escuchar la melodía estridente de Smile a todo volumen mientras seguía en el piso. Agh ya odio esa canción. ¿Quieres saber la forma más efectiva para hacer que alguien odie una canción? Prográmala a las 6 de la mañana todos los días de la semana. Veras como nunca querrá volver a escucharla.

Demonios, ya extrañaba las vacaciones y apenas me había separado de ella hace 15 minutos cuando empezó a sonar el cacharro infernal, como lo llama mi abuelita. Aquí vamos de nuevo, la misma rutina aburrida de todos los años.

Me levanté del suelo con mucho esfuerzo y caminé hasta el baño. Pegue un grito de horror al ver al mapache rabioso frente a mí. Pero solo era el espejo.

Realmente después de una noche de fiesta, en las mañanas no era Kaitlyn Williams, no señores, era un mapache rabioso… con pelo rubio.

Así que corrí prácticamente a la regadera para escapar del mapache y me di una larga ducha.

Al salir del baño ya preparada para el inicio de clases, volvió a llegar a mí la flojera, así que como buena seguidora de ella me deje caer sobre la superficie celestial a la que ustedes llaman cama.

De repente mi teléfono empezó a vibrar y perezosamente me incline sobre la cama lloriqueando en el proceso antes de finalmente alcanzarlo y posarlo a la altura de mi rostro.

“Quiero que en este momento muevas tu lindo trasero de la cama y vengas a buscarme ¡Ahora! No quiero llegar tarde el primer día”

“Casi lo olvido, ¡Hola!”

Rodeé los ojos. ¿Alguien podría recordarme por qué sigo siendo amiga de Dakota Bennett? ¿Alguien?

Muy de mala gana levante “mi lindo trasero” de la cama y me dirige hacia las escaleras, estire una pierna por encima de la agarradera de madera y luego me senté sobre esta deslizándome hacia atrás como en las películas.

¿El problema? Pues que esta no es una película y mi trasero se quedaba pegado a la madera cada dos segundos.

Se suponía que ayer me había dicho que empezaría bien el día pero ya estaba atrasada.

Salí de casa con mi bolso arrastrando y una tostada en la boca que había alcanzado a robar del plato de mi madre cuando no miraba. Rebusque en el bolso las llaves de mi auto y al encontrarlas simplemente abrí mi pequeño escarabajo  y lancé la mochila dentro de este cayendo en quién sabe dónde.

Conduje unas cuantas cuadras hasta llegar a la casa de mi querida amiga que se encontraba en el porche de su casa esperando ser recogida. Dakota se levantó de un salto y se aproximó al auto, trato de abrir la puerta del asiento del copiloto pero estaba cerrada. Esta me fulmino con la mirada y toco con el puño la ventanilla por lo que yo la baje.

- Necesita que la lleve señorita Bennett – exclame con una sonrisa inocente.

- Si, ¡Ahora! – quite el seguro  y ella rápidamente abrió la puerta y se sentó antes de que pudiera poner el seguro de vuelta sin ella adentro.

Resople.

- ¿Podrías recordarme porque sigo siendo tu amiga? – ella volteo a verme indignada, con una mano posada en su pecho y la boca exageradamente abierta.

- Hemos sido compañeras de nutella desde kindergarten – chillo, mientras hacia un espectáculo con las manos imaginando que traía nutella en las manos.

- Deja de hacer eso – le golpee las manos – me da más hambre.

- Tu mantén la mirada en la calle – me pico la mejilla para que volviera la vista hacia el frente –. No quiero morir, al menos no tan joven y hermosa.

Puse lo ojos en blanco con fastidio y seguimos todo el trayecto diciendo idioteces que no diré por el bien de sus sanas y limpias mentes.

Cuando finalmente llegamos, nos bajamos del cochecito ya estacionado. Pudimos ver a los chicos nuevos eufóricos por su primer día de clases, y otros, que no lo recibieron con tanto entusiasmo.

Me sorprendió ver como chicos nuevos ya empezaban a integrarse a los típicos grupos de la secundaria. Desde lo lejos pude divisar mi grupo, los cuales reían y bromeaban llamando la atención. Sonreí. Ese es mi grupo, “los populares”.

También pude divisar a mi hermana, Samantha Williams, era increíble como todos los de mi familia se hacían notar siempre, y mi querida hermana no era la excepción. Pero ella, destaca porque se la pasa fuera de clases, es algo rebelde, desordenada y no se puede quedar callada; siempre quiere tener la última palabra, y a veces eso es un problema cuando nos peleamos, a mí también me gusta tener la última palabra. No dejemos de lado que es la única rubia que no se encuentra dentro de los populares y que a pesar de ser la hermana gemela de la chica más popular del instituto, es todo lo contrario a mí.

Decidí dirigirme primero por mi horario antes de cualquier cosa, así que cuando pase junto a mi grupo solo los salude con la mano.
(…)

Entre al salón de lengua, mientras que Dakota se fue a Biología. Barrí el aula con la mirada hasta que esta se posó en un chico al fondo, el cual está bastante concentrado en la punta de la pluma que hace bailotear en una hoja de cuaderno. David Thin, mi mejor amigo.

Me siento a su lado pero él no parece haber notado mi presencia en absoluto, carraspeo sacándolo de su ensoñación y frunce el entrecejo hasta que voltea a verme y sus facciones se relajan.

-No te había visto – dijo relajado - ¿Has estado mucho tiempo esperando?

-Lo dices como si debiera sacar cita

Él se ríe de mis palabras y no puedo evitar soltar una carcajada; su risa es bastante contagiosa. Me mira y niega con la cabeza y frunzo el entrecejo.

-¿Algún día maduraras?

-Ni que fuera fruta.

Y vuelve a reír y sonrió. Es lo que más me encanta de mí; poder sacar una sonrisa a cualquiera con bastante facilidad.

Vi como estaba  punto de decirme algo, pero es interrumpido por la llegada del profesor.

-Vamos a comenzar con la clase – de repente se abrió la puerta y un chico entro – Llega tarde – le reprocho el maestro.

- Disculpe profesor – esa voz… la conozco. Levante mi cabeza como un resorte y me encontré de nuevo con esos ojos color caca que esperaba no volver a ver jamás.

¿Cómo se respiraba?

Nota de autora:

¡Que emoción! Es mi primera novela aquí en wattpad y espero que sea de su agrado.

No sean tímidos, es mi primera novela y sus críticas CONSTRUCTIVAS son completamente aceptadas y me vienen de maravilla para poder mejorar.

¡PREGUNTA! (que me llega mi lado Germán :v)

¿Qué les pareció? ¿Los deje intrigados por el chico de ojos color caca? o ¿Soy una caca con la intriga?

No olvides darme una estrellita si te gusto el capítulo. Recuerda que es gratis, y lo gratis no se niega ;)

~MissAnonimous

PD: Absolutamente todos los créditos de la portada a: @Meliamor99 gracias linda :P

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