« El amor puede representarse de muchas maneras. Pueden ser corazones, pueden ser lágrimas... ¿Por qué a mi me tocó flores? »
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Two-Shot, adaptación de uno de mis antiguos escritos.
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— Joven, debe despertar...
No sabía dónde se encontraba, todo era oscuridad a su alrededor y no podía ver nada. Con demasiado trabajo, consiguió ir despertando del ensueño. Se sentía mareado, confundido y con un dolor en la cabeza que no podía soportar.
Abrió los ojos por completo, observando lo que parecía ser una habitación completamente blanca, la luz provenía de una única ventana en la pieza... Y el olor era bastante reconocible: Un hospital, se encontraba en un hospital.
— Vaya, hasta que usted despierta, muchacho. — Escuchó una risa leve, proveniente de un hombre que no pasaba más allá de los veinte años. Le costó poder verlo bien, sólo cuando este se acercó pudo apreciarle bien.
La luz de una lámpara cerca de uno de sus ojos le invadió, evitó parpadear, sabiendo que estaba checando la dilatación en su pupila. — Al parecer su respiración ya está regularizada, al igual que sus reflejos ya se encuentran como deben estar.
— ¿Qué me ha pasado? — Alcanzó preguntar el chico de lindo rostro mientras se acomodaba en la camilla, intentando no quedar en una posición tan incómoda como en la que estaba hacía unos momentos. Le costaba un poco aún comprender que sucedía.
El enfermero no tardó en contestar. — Bueno.. Al parecer se ha asfixiado con algo. Aunque no hemos logrado determinar con exactitud el porqué esto se encontraba en su garganta.. — ¿Qué era tan raro cómo para que dudaran tanto?
— Disculpe, no le estoy entendiendo..
— Estábamos esperando a que usted nos lo dijera. — Le ignoró, cómo si no lo hubiera escuchado, tomó una carpeta de su escritorio. — Si le soy sincero, tengo una idea pero no puedo estar muy seguro hasta que usted me lo confirme... Dígame, joven Clay, ¿Usted es vegetariano o ha probado flores alucinógenas como droga?
¿Qué?
Su mente vagó durante varios minutos. — No.. Y no. — Negó, extrañado por las preguntas, ¿Se veía tan jodido cómo para drogarse? Vio al hombre asentir después de su respuesta.
— Bien.. Eso es todo, mi hipótesis no es incorrecta al parecer. — Dicho aquello, escribió en una hoja de la carpeta. — Déjeme decirle que usted ha desarollado la enfermedad del Hanahaki, es poco común pero..
El adolescente no evitó ladear su cabeza, con visible confusión. — Eh, disculpe, pero, ¿Qué es eso con exactitud?— Se atrevió a preguntar, algo nervioso por la respuesta, ¿Iba a morir? Vio al médico suspirar para después verle al rostro, mostrándose serio.
— El Hanahaki es una enfermedad que comienza por un amor no correspondido. — Comenzó a explicar. — La persona que lo padece, en este caso, usted, tose y puede hasta vomitar pétalos de flores por el sufrir de su amor. — Describió, aquello le preocupó y al parecer su expresión no fue ignorada por el doctor.
