Mierda, mierda, mierda. Pensaba Harry, quien estaba corriendo junto a Hermione, Dean, Seamus y Ron.
Una vez que llegaron a su destino tocaron la puerta.
—Adelante—Dijo la profesora Mcgonagall, dicho eso los chicos pasaron.
—Hola Profesora Mcgonagall—Saludó Hermione.
—¿Se puede saber que necesitan?—Pregunto la Profesora Mcgonagall conociendo a sus alumnos, aparte de que venía con una chica extraña.
—Bueno.... Lo que pasa es que el profesor Snape había castigado a Seamos, Dean y Harry, pero paso un accidente, que hizo que Harry.... Bueno, hizo que Harry cambiará ¿Un poco?—Termino de explicar Hermione, lamentándose de metido en ese problema.
—Bien, ¿Y, donde está el señor Potter?—Preguntó la profesora Mcgonagall.
—Soy yo, Profesora—Dijo alguien poniéndose enfrente de su escritorio.
La profesora Mcgonagall estaba segura de que se iba a desmayar. Frente a ella estaba un chica pelinegra, de ojos colo verde esmeralda, con lentes, y una estatura promedio.
—Merlín, ¿Es usted joven Potter?
—S-si—Dijo Harry, o ¿Harrita?
—Profesora Mcgonagall, ¿Que vamos a hacer?—Pregunto Hermione.
—Bueno. Primero tengo que hablar con Snape para ver si puede hacer algo. Segundo vallan a ponerle al señor Potter ropa de mujer, tiene que seguir con sus clase.
—Pero profesora Mcgonagall, ¿Qué vamos a hacer si pregunta quién es?—Pregunto Dean, que hasta el momento se mantuvo callado.
—Tendremos que decir la verdad, no podemos decir que es algún pariente porque usted señor Potter es el único Potter que queda.
—okey Profesora—Dicho eso todos se retiraron, y la profesora Mcgonagall fue a buscar a Snape.
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Harry estaba en el cuarto de Hermione buscando ropa más ¿Femenina?, Si, esa es la palabra.
—Bien, Harry, esto es lo que te vas a poner—Hermione dejo la ropa en su cama. Claramente le dió el uniforme, pero ahí también había ropa interior, y en esa ropa interior estaba ese, ¿Cómo es que se llamaba?, ¿Brasier?, Si, definitivamente era un brasier, y no se veía cómodo. No, no se lo iba a poner.
—No me voy a poner eso, Hermione—Le dijo, señalando el brasier.
—¿Porque no?, Te lo tienes que poner, Harry, ven, te enseño cómo se pone.
Y ahí estaba Hermione enseñándole por tercera vez, y Harry se preguntó, “¿Cómo diablos las chicas se ponen eso?”
Una vez Harry ya estaba bien vestido salió con Hermione directo hacia el Gran comedor, algunas personas (muchas) se le quedaron viendo raro y ¿Coquetamente?, Harry lo ignoro, bueno, lo intento, odiaba que todos se le queden mirando. Pronto vio como Ron se acercaba, venía con una sonrisa, lo cual cambio cuando vió a Harry, bueno, el no sabía que era Harry. Por que si, me le habían dicho a Ron del “pequeño” problema.
—¡¡Hermione!!—Grito Ron, acercándose más, y más.
—¿Qué paso Ron?—Le contesto Hermione.
—¿Quién es ella?—Pregunto Ron, nunca la había visto, pero su cara se le hacía demasiado familiar—¿Y Harry?—volvió a preguntar el pelirrojo cuando noto que su amigo no venía con Hermione.
—Si, bueno.... Ella es Harry—Dijo Hermione, y pudo haberse reído de la cara de Ron en otras circunstancias, Her vió que Ron abrió la boca—No digas nada—lo interrumpo antes de que el pelirrojo hablará—Luego te explico, vamos al Gran comedor.
Y así fue, se dirijieron directo al Gran comedor, pero justamente la profesora Mcgonagall los estaba esperandolos.
—Señor Potter, hable con el profesor Snape, lamentablemente la poción va tardar demasiado tiempo.
—No, no, no. No puedo estar más tiempo así—Se quejo Harry. No era por nada, pero para Harry se sentía incómodo. Claro, no iba a negar que era bonita, y no era mentira. Su pelo era pelinegro, y le llegaba un poco más abajo de la cintura, sus ojos eran un color verde esmeralda, sus labios estaban rojos claros gracias al labial que Hermione le puso, tenía cintura, también tenía busto, y trasero, pero realmente no le importaba tanto eso, todos los cuerpos de la mujeres tanto como de los hombres eran perfectos, a su manera, claro. Y si era sincero no le importaba lo que los demás pensaran, bueno, casi todos, realmente si quería que alguien lo notará, y ese alguien tenía nombre y apellido.
—Lo siento, señor Potter, pero es hasta que la poción este lista. Y si no le importaba el director Dumbledore va a comentar su problema—Dicho eso Harry sintió que se iba a desmayar ¿Porque lo tenían que decir?
—Si, no creo que haya problema, profesora Mcgonagall—Contestó Hermione, y Harry la miro mal.
—Eso es todo, ya se pueden ir al Gran comedor.
Dicho eso los tres se fueron directo al Gran comedor. Cuando llegaron al Gran comedor se sentaron en la mesa de Gryffindor, toda la mesa se les quedó viendo cómo si tuvieran tres cabezas ya que no reconocían a la chica “nueva”, bueno de echo todo el Gran comedor se les quedaba viendo, claro, a Harry no le importaban las miradas, excepto una, busco la mirada de aquel rubio de ojos grises, y encontró la mirada del rubio, para su mala o buena suerte, si la estaba viendo, el problema fue que no pudo decifrar su mirada.
—Chicos, ¿Quién es ella?—Pregunto Neville, y Hermione iba a hablar pero una voz la interrumpió.
—Hola, Harry—Dijo Luna quien iba pasando por ahí. Todos al escuchar el nombre que dijo la rubia.
—¡¡¿¿Harry??!!—Grito Ginny.
—Si, si es Harry—Dijo Ron—¿Lo puedes creer?—Le pregunto Ron a Ginny, después volteo a ver a Harry, y noto la incomodidad de aquel chico—¿¡Qué ven!? No es un circo— Defendió Ron a su amigo o ¿Amiga?
Dicho eso todos se voltearon, todos excepto Draco Malfoy y Severus Snape, Draco lo veía ¿Enamorado? ¿Facinado?, Y a Severus sintió un ¿Deja vu? Harry se parecía tanto a Lily. Harry sintió la mirada de las dos personas, pero solo supo de quién era una de esas miradas, y se sonrojo cuando vió que Draco lo veía.
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Segundo día, y Harry estaba llegando tarde a clases de transformaciónes, se tardó 10 minutos intentando ponerse el brasier ¡¡10 minutos!!, Estaba acomodando su pelo por que ni siendo mujer dejaba de ser un nido de pájaros. Cómo Harry estaba distraído no se fijó que había alguien que estaba parado y ¡¡pum!! Chocó con alguien.
—Perdón, perdón. No te ví—Dijo Harry.
—Por Salazar, Potter, ¿No te despertó Granger?—Harry se congeló al escuchar aquella voz, la conocía.
—¿Q-que?
—Hay Potty. ¿Sabes? he decidido que te voy a ayudar a pociones.
—N-no, digo, si, bueno, no. Hermione me ayuda—respondió tartamudeando.
—No importa, no creó que Granger sea suficiente ayuda, quieras o no, te voy a ayudar. Así que te veo después de pociones, Potty—Dicho eso, Draco le giño el ojo y se fué.
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Hola, ¿Cómo están?
En el anterior capítulo se me olvidó decirles que está es mi primer historia, así que perdón por las faltas de ortografía.
Les quería preguntar ¿Quieren que haga mini historias con canciones?
Sería cool
Si si quieren en los comentarios ponen la canción, bye 😚☝️
