☆𝙇𝙞𝙢𝙥𝙞𝙖𝙧, 𝙅𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙮 𝙡𝙪𝙚𝙜𝙤 𝙛𝙤𝙡𝙡𝙖𝙧

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Busan, Corea del Sur.

Invierno. Chan odiaba el invierno, ¿porqué? La respuesta era fácil, siempre tenía frío, ya sea que tenga hasta tres mantas encima.

Chan era pobre por lo que apenas le alcanzaba para poder comprar sábanas de buena calidad. El rubio vive solo con su madre, Bang Jiyoung, su padre los había abandonado a su mamá y a él, cuando apenas este tenía diez años y se llevo todo dejándolos en la calle. La mamá de Chan al principio se vio afectada ya que era el hombre que más amaba en su vida, pero después se dijo así misma que no podía estar sufriendo por un hombre que no supo tener los huevos bien pestos. Ella se armó de valor pasar a su hijo adelante, lo metió a la escuela y luego  la secundaria.

Cuando Chan cumplió los dieciséis, él y su mamá vivían en un bonito apartamento que habían rentado, no era lo mejor, pero vivían decentemente. Mingyu la mamá de Chan había comprado un pequeño pastel para celebrar el cumpleaños de su hijo, solo eran dos personas así que con eso sería suficiente, pero ni Chan ni la mamá se esperaba tan horrible visita.

Su ex marido.

Ese hombre había vuelto, lo encontró en su casa junto con Chan, la amenazó con él, diciéndole que si no le daba todo el dinero que tenía mataría a su propio hijo.

Su propio hijo.

Mingyu estaba desesperada, porque no quería perder a su hijo, pero llegar hasta donde estaban sinceramente les había costado mucho, a ambos, ya que Chan había empezado a tomar trabajos de medio tiempo después del colegio, le dolía, ellos tenían mucho dinero ahorrado para poder viajar a Seúl y tener una mejor vida, poder poner a su hijo en la academia de danza que siempre quiso.

Lastimosamente eso no se pudo, porque el mal hombre que tenía como el padre de su hijo, nuevamente les había robado todo y los había dejado en la calle.

Después de eso la mamá de Chan cayó en depresión, pasaron dos años desde ese incidente y Mingyu no podía salir del hoyo negro en el que estaba metida, por lo tanto no pudo sacar adelante a su hijo. Chan dejo el colegio a tan solo un año de graduarse, por él su mamá era lo más importante que tenía y no quería perderla, así que empezó a trabajar más para poder mantener a su mamá y comprar las pastillas que necesitaba, vivían en un pequeño cuarto de alquiler, tenían sus cositas, las que había comprado Chan con su sueldo.

Él estaba ahorrando para poder viajar a Seúl, trabajar y ahorrar el dinero suficiente para regresar con su mamá y llevarla a Seúl con el, poder meterla a un hospital y contratarle un psicólogo para que mejorará, no le gustaba para nada ver a su mamá así de decaída por culpa de la escoria que tenía como padre.

El rubio le había contado de sus planes a Mingyu y está por más que le doliera dejar a su hijo, gustosa acepto, todo era por su futuro, por el futuro de ambos.

Por el futuro de Chan, de su hijo Chan.

Chan dejaría a su mamá en casa de una amiga de esta, Choi Sun Hee, era el nombre de la amiga de su mamá. Mingyu había conocido a Sun Hee desde que eran unas niñas, aún mantenían esa hermosa amistad aunque ya casi no se veían, Mingyu le pidió a Chan que la dejara con ella, la otra acepto sin rechistar, era su amiga y no iba a dejarla sola. Chan le prometió a la amiga de su mamá, que cuando tuviera un buen trabajo y fijo, le pagaría por los gastos de en su mamá, que en cuanto el el consiguiera un trabajo la ayudaría con el dinero y le agradecería por ayudar a su mamá.

La amaba demasiado y necesitaba verla bien, para poder estar bien él, sin ella no sería nada, así que se prometió a si mismo ayudar a su mamá y que si ese hombre volvía a aparecer lo iba a matar con sus propias manos.