Soy un Chico.

Capítulo 1

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_Tal como un día común y corriente, una chica de cabellos negro-azul se quitaba el sudor de su frente, sin notar lo manchada que estaba quedando... Ya que se encontraba haciendo su acostumbrado pan. _

Hinata, mira como quedaste... Te dije que utilizaras los guantes, tu piel blanca ahora parece de color. _ Dijo el padre de esta, que recién entraba al sótano. _

Vamos padre, eso es lo divertido, mancharte te hace un verdadero panadero... Bueno, al menos eso decía mamá..._ Contesto ella a su padre. _

Ya veo, eres igual a ella, siempre sucia... Está bien, ve a limpiarte y despacha en la parte de arriba... Hanabi no soportara la tensión de la tienda. _ Ordeno._

_La chica tal como lo dijo su padre se dispuso a hacer lo siguiente, encontrando a su pequeña hermana agobiada de la gente que se le encimaba. _

Hermana, tienes que ayudarme... Hay mucha gente aquí. _ Dijo exaltada. _

_Con una risa algo burlona, esta se puso manos a la obra, así terminando con todo y haciendo que la tienda cada vez más se quedara vacía... Los minutos pasaron, dando así un respiro a las chicas. _

Wow, me han dejado impresionado, ya son dos veces en las que ustedes han hecho bien su trabajo... Creo que muy pronto se acercara mi retiro... _ Dijo burlón. _ Pero...

¿Qué sucede padre? _ Pregunto la mayor. _

Me siento culpable del que tú no siguieras estudiando... Al cerrar tu escuela, tan solo está la prestigiosa en la cuidad y mis ganancias no alcanzan para inscribirte. _ Bajo la mirada el mayor. _ Tu sueño de ser la mejor diseñadora de modas se ha ido.

No te preocupes padre, ahora puedo convertirme en la mejor panadera de la ciudad. _ Contesto con una bella sonrisa. _ Tan solo tengo 17 años, aún queda mucho tiempo como para preocuparnos por eso. _

_La conversación fue detenida por el ruido de la campana que tenía la puerta... Entrando así un hombre de rostro un tanto parecido al padre de la chica y con unos muy amargados guardaespaldas. _

Pa-a-Pa-pá... Se parece a ti... _ Dijo la pequeña chica de ojos perla. _

Hermano... ¿Qué te trae por aquí? _ Dijo sorprendido el mayor. _

No te equivoques, vengo tan solo por cuestiones de negocios. _ Dijo firme. _

_ Por el comportamiento, los mayores se dispusieron mejor a irse para el despacho, así pudiendo hablar con más privacidad. Mientras, las chicas salieron a dar un rápido paseo. _

_ Ya dentro, ambos hermanos se observaban constantemente, hasta que uno decidió hablar. _

No tengo por qué contenerme, tu más que nadie sabes a que vengo... _ Dijo. _

No tienes por qué estar aquí, renuncie a mis derechos como heredero a la compañía... _ Contesto. _ Así que ve al grano y lárgate.

Muy bien, aunque te casaste con esa asquerosa mujer de tercera, tu no te has librado aun... Estas equivocado, gracias a que tu desagradable mujer murió, por ley a tus hijas les toca nuestro apellido, con ello, ahora una de ellas será la legitima heredera de nuestros negocios.

¿Qué? No lo dices en serio... Yo abandone esa vida, no puedes... _ Fue interrumpido. _

Claro que puedo y lo hare así sea por las buenas... O por las malas.