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La chica sin nombre está sentada a la mesa,

haciendo silencio y pensando lo mismo.

Takumi se sienta en la silla frente a mí oculto tras esas gafas.

Aun así, sé que me mira.

Daisy está en una esquina, arañando la pared con las uñas.

J se mece en una silla, preguntándose qué pasará si se deja caer.

Al imaginar la respuesta perfecta, sonríe y la anota en su cuaderno azul.

Fénix llora en un rincón, y nadie pregunta por qué.

Derek dormita con la cabeza apoyada en la pared, e incluso entre sueños

se tira de las mangas de la sudadera.

Y yo me siento en la silla del centro, tarareando suavemente y mirándolos a todos.

Rotos y hermosos. Te habrían fascinado.

Es la primera semana, y ya siento que me quedaría aquí para siempre.

Ojalá hubieras tenido esa oportunidad.

El Club de los Pétalos al VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora