Uraraka Ochako había tenido una vida bastante tranquila y monótona por bastante tiempo. Las novedades del día solo eran los nuevos moretones hechos por sus bullys y quizá alguna buena oferta del supermercado que ella nunca desaprovechaba, pero ahora...
Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero no me pertenecen; créditos correspondientes a Kōhei Horikoshi. Posible (o mucho) OoC en los personajes. Este fic contiene escenas explícitas sexuales, lenguaje fuerte, temas adultos tratados de modo detallado y escenas fuertes; se recomienda discreción.
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—Aquí también está la ojos de mapache —musitó para sí mismo el hombre, observando desde el tejado de una casa a Ochako encontrándose con una chica pelirosa en medio de la avenida.
Ellas se saludaron con una gran sonrisa y comenzaron a caminar juntas.
—¿Cómo seguiste del labio?
—No te preocupes, Mina. En realidad no fue nada —aseguró con una sonrisa tranquilizante. Sin embargo, la chica a su lado frunció levemente el ceño.
—Ellos te golpearon, tu labio está roto —Mina apretó sus puños y Ochako bajo la mirada —. Lo que te hicieron... es mucho.
Ochako miró a su amiga por el rabillo del ojo, observando la mueca afligida que estaba poniendo a la vez que apretaba sus puños con fuerza ante la impotencia de no poder hacer nada. Odiaba hacerla sentir así, odiaba preocuparla... pero no podía ponerle un alto a la situación aún.
Obviamente le dolía todo lo que estaba pasando con sus compañeros, quienes no le tenían una pizca de respeto y herían constantemente su orgullo, pero alzar la voz no era una opción para ella en ese momento, mucho menos defenderse contra tantos agresores. Si hacia alguna de ambas cosas, la afectada siempre sería ella de alguna u otra forma.
—Lo lamentó... odio saber que estoy preocupándote.
—Deja de pensar en los demás, Ochako. Piensa en ti por una vez —Mina suspiró y negó con la cabeza —. Un día fue un moretón en el brazo, otro fue un chico mojando tu ropa de pies a cabeza y ayer fue tú labio. ¿Que más falta para que hagas o me permitas hacer algo al respecto?
Ochako se mantuvo en silencio, sin saber que decirle a su amiga.
—... no puedo darle problemas a mis padres. Se están esforzando por mantenerme, por pagar sus deudas y pagar mi colegiatura. Esto no es tan sencillo, Mina —agacho la mirada.
Mina la miró por el rabillo del ojo antes de suspirar y asentir. Se paró frente a ella y la tomó en un fuerte abrazo.
—Lo siento —murmuro —. Debería ser un poco más comprensiva, pero en cambio sólo estoy haciéndote sentir mal.
—No te preocupes, se que solo eres tú preocupándote por tu mejor amiga —sonrió con dulzura y correspondió al abrazo —. Prometo que me cuidaré más de ahora en adelante.
