Four ♣︎

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Llegaron a lo que parecía una aldea escondida entre los árboles. Habían varias casas de madera que se formaban en círculo, al rededor de lo que parecía una fogata.
Las personas caminaban tranquilamente, habían incluso niños y ancianos, no parecía el lugar peligroso que los adultos siempre habían descrito.
Ji Min soltó la mano de Jung Kook, pues aún no estaba seguro de entrar. Su corazón estaba latiendo tan rápido que sentía que podía salirse en cualquier momento.

-¿Ocurre algo?

Preguntó Jung Kook.

-No se parece nada a lo que las historias dicen.

Jung Kook sonrió, Ji Min parecía tan ingenuo, tan inocente. A veces le costaba creer que fuera el hechicero verdadero. Pues el poder absoluto de la magia estaba en él, y Ji Min tan solo parecía un ángel.

-Ji Min, nada de lo que las historias cuentan es verdad.

¿La historia Haneul no era verdad?
¿Entones había sido contada de otro modo?

Ji Min toda su vida había pensado que solo se sabía una versión de la historia, una versión donde los hechiceros blancos eran los buenos y justos y en la cual, podían gozar del poder absoluto sobre los tres reinos.

Un chinco alto y bello se acercó a ellos. Su piel parecía porcelana, su cabello era castaño igual al de JungKook, Ji Min podía sentirlo, su magia era blanca, desprendía la misma aura que Tae Min.

Tae Min, él debía estar preocupado, tal vez incluso ya lo daba por muerto, pero estaba bien, era mejor así, no quería ponerlo en peligro.

-Has logrado traerlo Jung Kook, bien hecho.

-Era un hecho que lo salvaría.
Jung Kook se cruzó de brazos.

-Así que era verdad que había hechiceros blancos aquí.
Dijo Ji Min de repente.

El joven alto y Jung Kook se miraron sorprendidos, él no había mencionado su sangre mágica, y tampoco la había mostrado ¿Cómo sabía Ji Min la magia que él poseía?

-¿Cómo sabes que magia posee?

Jung Kook lo miró directamente a los ojos, a esos hermoso ojos celestes, podía ver en ellos la verdadera esencia de la magia pura.
-Puedo sentir la magia de otros hechiceros.
Dijo Ji Min sin más, y sin temor, a pesar de haberlo dicho en alto por primera vez en su vida.

Jungkook desconocía ese don, sabía de la magia híbrida de Ji Min porque lo había estado observando desde que era niño, a la orilla del bosque. Una vez lo vio marchitar una rosa roja y volverla a la vida en el mismo instante, algo que él creía imposible. Ese día Jung Kook corrió a contarle al abuelo Jae Sung lo que había visto y ahí comenzó todo.

-Sin duda eres nuestra salvación.
Dijeron el joven alto y Jung Kook al mismo tiempo.

Ji Min seguía sin entender en qué forma él podría ser la salvación de los hechiceros oscuros, pero decidió averiguarlo, el reino de Haneul jamás se sintió como su hogar, o por lo menos sentía que algo estaba mal en él.

-Mi nombre es Kim Seok Jin. Pertenezco al linaje Kim, de hechiceros oscuros de sangre pura hasta mí, yo poseo sangre mágica blanca, el primero de la familia en toda la historia. Es un gusto conocerte al fin Ji Min.

¿Lo conocía? ¿Cómo era que parecían saber todo sobre él? Ji Min incluso tenía la impresión de que ellos sabían aún más que él mismo.

-También es un gusto.
Dijo confundido, su cerebro aún se encontraba procesando todo lo que estaba ocurriendo.

-Por favor siganme, los llevaré con el líder.

Jung Kook se apresuró a tomar la mano de Ji Min, para guiarlo al lugar donde el líder de la aldea se encontraba.

Era la casa de madera más grande de toda la aldea.  Era de tres pisos, e incluso así no lograba ser más alta que los árboles del bosque.
Habían más hechiceros oscuros que blancos, Ji Min había alcanzado a ver alguno que otro ser mágico, como elfos y hadas.

Ese lugar parecía aún más seguro que el mismo reino.
Por primera vez en su vida se sentía como en casa.
Entraron en el recinto, subieron hasta el último piso, y llegaron a una especie de sala de reuniones, con una enorme mesa redonda, al centro se encontraba un muchacho bastante elegante, su piel era ligeramente morena, se veía como alguien muy listo y hábil, se levantó en cuanto los vio entrar a la habitación.

-Ji Min, por fin estás aquí.

Ji Min ya no estaba sorprendido de que supiera su nombre, ni siquiera de que  estuviera esperando por él. Pero había algo que sí le estaba causando mucha intriga, había una puerta justo atrás de aquel muchacho, Ji Min sentía que lo que estaba detrás de esa puerta le llamaba. Algo ahí le hacía hervir la sangre.

-Soy Kim Nam Joon, del linaje Kim, el líder de esta aldea y de la nueva legión de hechiceros oscuros.

-Jung Kook me dijo que tenias algo que proponerme.
Se animó a decir Ji Min, era la primera vez que mencionaba el nombre de aquel chico que lo tenía tan cautivado, e incluso Jung Kook se sobre saltó al oír su nombre ser pronunciado por tan hermoso ser.

-De hecho, hay alguien que debe hablar contigo antes de que yo te proponga cualquier cosa. De tras de esa puerta.-Se giró y señaló a la puerta que estaba detrás de él.- Están todas las respuestas a las preguntas que tienes en este momento, y también está la verdad sobre quien eres y todo lo que puedes hacer.

Nam Joon le dio una reverencia y lo invitó a pasar, abriendo la puerta para él.
Ji Min miró a Jung Kook, esperando alguna palabra, o cualquier gesto.
Él le sonrió y dijo:

-Ve, yo estaré aquí esperando por ti.

Ji Min solo asintió, y se apresuró a entrar por esa puerta.

Se adentró en el misterio.

Por fin estaba donde siempre debió estar.

Por fin estaba donde siempre debió estar

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MAGIC BLOOD / Kookmin Where stories live. Discover now