Sombras

Capitulo 35

ADA

Vamos a una fiesta.

Será divertido.

Dijiste que querías ir a una.

Te divertirás.

Te divertirás Ada, te divertirás.

...

...

Desearía no haber ido.

Era la fiesta de uno de los amigos de Daimon, accedí porque estaba aburrida en casa –pasar tanto tiempo puede llegar a ser aburridor- . Y a pesar de las advertencias de Kyra fui; llegue al lugar aproximadamente a las diez de la noche, era bastante grande, muchos cuartos, muchas habitaciones, suponía que los padres del anfitrión eran ricos o algo parecido.

Las primeras horas fueron bastantes calmadas, un poco de baile con Carla y Daimon y apenas un poco de licor, al final un par de mensajes y logre convencer al par de hermanos para que vinieran.

A medida que pasaba la noche el cansancio aumentaba solo quería irme a casa.

-Nos vemos mañana- me despido de Carla y Damon.

-Pero si apenas comienza la fiesta- Carla toma mi brazo jalándolo suavemente hacia ella –Vamos quédate.

-Estoy un poco cansada.

-¿Te vas sola?- cuestiona Daimon.

-Le diré a Kyra y Adrian que me lleven, nada de qué preocuparse.

-Espera un poco más, si quieres yo te llevo.

-Sé que no eres de fiesta, si no más de andar como mono entre árboles, tomemos un trago más y luego nos vamos- pienso la respuesta de la propuesta durante unos segundos.

-Está bien- accedo –pero solo uno.

-Excelente, iré por ellos- propone Daimon y rápidamente desaparece de nuestra vista.

Pasados un par de minutos llega Daimon con dos vasos, le entrega uno a Carla y el otro me lo da a mí.

-Es naranja- murmuro al ver el contenido.

-Es vodka con jugo de naranja- dice Carla –Vamos pruébalo.

Le doy un pequeño sorbo a la bebida, tiene un sabor dulce con un pequeño toque amargo al final, bastante rico. Quince minutos de charla con ambos y mi cabeza comienza a dar vueltas, los sonidos se vuelven molestos y me cuesta un poco mantenerme en pie.

-¿Te sientes bien?- pregunta Carla al momento en el que me tropiezo con una pared.

-Sí, solo estoy mareada- busco en mi bolso el teléfono –Llamare a Kyra, creo que es mejor irme- marco el teléfono pero Daimon lo quita de mis manos.

-Ellos ya se fueron, nosotros te llevamos- le da el teléfono a Carla y me pasa mi brazo por su hombro para ayudarme a caminar.

-Gracias- murmuro.

Algunas partes del camino se vuelven difíciles de distinguir ¿Pasillo? ¿Escalera? ¿Puerta? Los pasillos se vuelven giratorios, cierro mis ojos con fuerza y sacudo la cabeza para deshacerme del mareo, lo cual no funciona de mucho.

-Daimon cambie de idea, llevémosla a su casa- murmuro Carla con un tono bastante preocupado.

-Ya tomo la bebida, no creas que no terminare.

-¿Terminar que?- pregunto poniendo mi mano en la pared obligando a detener la marcha.

-Nada de qué preocuparse. Solo relájate pronto pasara.