Izuku e Himiko: "La pareja casada"

Aeropuerto Internacional de Musutafu

Un joven pecoso de ojos verdes, cabello teñido de azul añil y cerquillo se acercó al mostrador del aeropuerto cuando lo llamaron.

– ¡Ah! Sr. Midoriya, irá de luna de miel, ¿no? – preguntó el agente de viajes.

– Uh... sí. – Izuku respondió con una mirada ligeramente deprimida en su rostro. Había hecho los arreglos de la luna de miel con ese hombre y se sentía un poco avergonzado de que estuviera allí junto a él.

– ¿Y dónde está tu esposa? – preguntó el agente.

– Ella est... – comenzó a decir, solo para que alguien lo interrumpiera.

– ¡Izuku-kun! – gritó una voz que desconcertó a Midoriya.

Izuku se dio la vuelta sorprendido cuando escuchó la voz de una chica a la cual no veía desde hace mucho tiempo, Himiko Toga. Ella se dirigía corriendo hacia él. Llevaba un vestido y mocasines blancos. Además, de tener puesto un sombrero para el sol y sujetar en sus manos una bolsa de viaje.

– ¿Tog... Himiko? ¿Qué...? – Izuku se sonrojó al ver a la hermosa joven.

– Siento llegar tarde. ¿Me perdí de algo? – preguntó la rubia.

– No. Llegó a tiempo, Sra. Midoriya. – dijo el agente de viajes.

Izuku miró a Himiko e Himiko miró a Izuku. La diferencia en sus miradas era evidente solo para ellos. Izuku tenía una mirada confusa y perdida en sus ojos, mientras que Himiko tenía una mira tranquila y comprensiva. Era una mirada que le decía a Izuku "confía en mí".

Una vez que se registraron y pasaron por seguridad, se sentaron en la sección de primera clase. Izuku se dispuso a hablar con Himiko. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, notó que Himiko estaba usando un anillo. Un anillo de aspecto muy familiar.

– Eso es... – comenzó a preguntar.

– Sí. Es el anillo que le ibas a dar a Hado. –

– ¿Por qué lo llevas puesto? –

– Porque, si no lo hiciera, la gente sospecharía que no estás con tu esposa. – respondió con una cálida sonrisa.

– Entonces... Estás fingiendo ser mi esposa... ¿Por qué? – preguntó confundido.

– Para salvarte de la vergüenza. – ella contestó.

– Ya veo... –

Himiko no era del tipo intrigante o engañosa, a pesar de haber sido con anterioridad una de las villana más buscadas y peligrosas de Japón. Para Izuku, ella siempre había sido honesta y directa. Ella había sido una de sus amigas más queridas, incluso después de que le reveló ser parte del plan de All For One para conquistar el mundo. Pero ella se había vuelto, junto a la ex Liga de Villanos, contra su maestro y fue por Izuku que ahora ella, al igual que sus amigos de la ex liga, era una nueva y mejor persona.

Desde que Izuku derrotó a All For One y restauró el mundo, se aseguró de que Himiko fuera su propia persona, haciendo que no solo se acepte tal y como es, sino que también consiguió que la sociedad encaje con ella y que Himiko mejore en su control por el querer adquirir sangre.

Si bien esto la había hecho feliz, había algo que la hubiera hecho más feliz: estar con la única persona que se preocupaba tanto por ella.

Pero el tiempo que Izuku pasó junto con los tres grandes de la U.A. había forjado un vínculo que no se rompería fácilmente (o eso pensaba él).

Tamaki y Mirio eran como un padre/hermanos mayores para el niño, y Nejire se alejaba lentamente de la hermana que nunca tuvo para volverse la novia y eventual esposa que pensaba que quería.