°ANTES DE LEER ÉSTE CAPÍTULO ES NECESARIO LEER LA NOTA LUEGO DEL CAPÍTULO 40, POR FAVOR!°
Lea
-Llegamos- dijo Trevor estacionando el auto.
-¡Al fin!- exclamé.
Bajé del auto y fui hacia la puerta del lado de Lila, la ayudé a bajar y agarré la caja que ella tenía en manos.
-Chicos- dije llamando la atención de estos, ambos me miraron- ¿Pueden llevarla a mi consultorio?, le quiero hacer el chequeo ahí.
-Esta bien- dijeron al mismo tiempo, asintiendo.
-Gracias- dije con un asentimiento, ellos respondieron de la misma manera, asintiendo.
Nos adentramos al hospital y enseguida el olor a alcohol sentí como perforó mi nariz.
Nunca me voy a acostumbrar a ese fuerte olor.
Mientras ellos se dirigían, junto a Lila, a mi consultorio, yo me acerqué a Emma.
-Hola, preciosa- dije en su oído, provocando que se sobresalte y casi tire el café.
Yo solté una fuerte carcajada.
-¿Estas loca?, casi tiro mi café- dijo con una mano en su pecho, respirando aceleradamente.
-Lo siento- hablé cuando había controlado mi risa.
-Tranquila- dijo con una sonrisa- ¿Trevor?- preguntó.
-¿Sabías qué ya había llegado de su viaje?- pregunté con el ceño fruncido.
-Sí, me pidió que no te dijera nada, quería darte una sorpresa- dijo con una pequeña mueca- Perdón por ocultarlo.
-No pasa nada, tranquila. Respondiendo a tu pregunta anterior, Trevor y Santiago están en mi consultorio. Encontré a una chica de unos 18 años en la calle, le ofrecí ayudarla y hacerle un chequeo- dije aceptando un trago de su café.
-¿En qué condiciones estaba?-
-Tenía dos semanas en la calle, pero no se veía tan mal. Creo que tiene un poco de fiebre y esta un poco deshidratada-
-¿Y dónde va a vivir o qué?- preguntó con el ceño fruncido.
-Aún no sé. Si es menor de edad, es obvio que le hablaré a la policía, y si es mayor de edad, pienso pagarle un departamento hasta que ella encuentre trabajo- dije encogiéndome de hombros.
-Eres una gran persona, Lea- dijo sonriendo.
-Mi deber es ayudar a la gente, Emma. Si tengo dinero y puedo ayudar a alguien, no voy a dudar en hacerlo-
Terminamos de hablar y me dirigí al pequeño cuarto de doctores. Es un lugar que usamos para descansar, para reunirnos y donde guardamos nuestras batas blancas.
Fui a mi casillero y guardé mi mochila junto a la caja de Lila, agarré mi bata blanca y lo volví a cerrar. Me coloqué el uniforme y luego salí de esa pequeña habitación.
-Lea- dijo una agitada Emma, corriendo hacia mí.
-¿Qué pasa?- pregunté preocupada.
-Necesito tu ayuda-
-Dime-
-En la sala de emergencia hay una mujer y seis hombres. La paciente tiene un corte en la pierna y dice que quiere un médico experimentado, para que le haga la cirugía- dijo rodando los ojos.
-Tranquila, iré yo- dije con una pequeña sonrisa, sorprendiéndola.
-¿En serio?-
-Claro, pero ve a mi consultorio y hazle el chequeo a Lila, Trevor y Santiago se encuentran con ella.
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Lea [SUSPENDIDA]
RomanceLea es una doctora de veinticuatro años. Es una chica que no cree en el amor ya que siempre tuvo malas experiencias en todas sus relaciones, pero hubo una que la marcó profundamente. Los D'Angelo al verla supieron que ella sería su mujer. Están disp...