Aprender A Entenderte

1. Jennie

Me gusta pasear por la orilla de la playa, admiro ver como las olas colicionan entre sí mientras la arena se clavaba entre los dedos de mis pies.

Mi vida es tan aburrida como una rutina inrompible, así a sido desde que tengo uso de memoria. Aveces me pregunto como seria si mis días fuesen más interesantes e imprevistos, pero por más que lo intente - no lo logro - lamentablemente.

Mi mente esta vacía, en blanco, mis pensamientos son frívolos y sensatos. Pero mientras estoy en ese mundo de mi cabeza tan aburrido, siento como un pequeño cuerpo choca contra mi pecho y el impacto hace que caigamos en la arena.

Levanto la mirada cuando escucho como alguien a mi lado empieza a quejarse. Y cuando mi mirada se junta con la de ella, me empiezo a preocupar.

-no te lastimaste, porque lloras.

Cuando le digo eso, es como si le hubiese dicho - llora mocosa -

-jennie, que te dije? Te dije que no te alejaras.

Una señora de más de 50 años se acerca a nosotras y empieza a examinar a la chica con lágrimas de cocodrilo.

-esta bien?- pregunte y las dos me miraron, una confundida y la otra con las mejillas mojadas por sus lagrimas.

-si querida, no te preocupes, en cambio, tu te encuentras bien?

Asentí mientras me levantaba al mismo tiempo que ellas y junte mis manos atrás de mi espalda.

-jennie disculpate con la señorita.

La chica llamada - jennie - dejó de tallarse los ojos y me miró avergonzada
-l-lo siento.

Porque carajos actúa así, me pregunte pero no dije nada al respecto. -esta bien-

-bueno, disculpe de nuevo y adiós debemos irnos- la señora habló y cuando asentí hacia su dirección ella prosiguió a dar la vuelta junto a - jennie - e irse. Asi que decidí hacer lo mismo e irme a mi casa.