[ One-Shot ]

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<< Lana >>
Abrí los ojos lentamente, observando mi techo crema sin ningún tipo de decoración. Antes de levantarme de la cama me estiré aún acostada. Tocando la cabecera con la punta de mis dedos.

Había tenido un sueño muy tierno, del cual no recuerdo su inicio pero si su final. El final donde por fin besaría a mi persona especial, pero acabé despertando el momento donde se suponía que sus labios y los míos tocarían.

¡Era injusto! Pero no le quitaba lo dulce.
Me parece increíble que aún pueda tener ese tipo sueños, y más que pueda ver a mi persona ideal que no existe. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde mi último beso? ¿Y de mi última amistad?

584 días, o eso pienso. Tal vez un día más o uno menos. Mi última amistad y mi último beso sucedieron el mismo día.

¡Agh! Mi vida cambió tanto desde entonces. ¡Quisiera volver a amar! ¡Quiero sentir algo por alguien!

Pero ahora no tengo amistades, mucho menos alguien que me interese. Todo quedó en el pasado. Antes era tan expresiva, tal vez hasta en algún momento fui muy pesada para mis amigos. Adoraba mostrarles lo mucho que los quería con abrazos y mensajes cursis. ¡Eran todo para mí! ¿Por qué acabé así?

Cuánto daría por encontrar a alguien... quiero ser agradecida por la existencia de alguien. Quiero amar a esa persona.

Pero no hay más opción, y tampoco debo dejar que esta nostalgia y desespero me controle. Fácilmente podría pasar todo el día aquí, llorando.

Debía salir hoy. No era importante darme una ducha ahora, mejor a la noche para no dormir incomoda. Me gustaría salir de esa rutina, pero hasta mi ropa debe ser la misma siempre. Ya no iba a la moda como solía hacer, ¿Cuál es la moda ahora tan siquiera?

Mi ropa era ancha y por debajo varias capas, a pesar de la calor. Lo detestaba a más no poder, pero es lo que debo hacer.

Me senté frente mi espejo y comencé a arreglar mi cabello. Quería que se viera lo más recogido posible. Seguramente me lo corte todo en estos días, se vuelve muy largo. Aunque admito que me encanta así.

Seguido debía hacer mi maquillaje, realicé lo mismo de siempre. No me gustaba pero no puedo quejarme. Arreglarme tanto también estaría fuera de lugar.

Abrí una pequeña gaveta al lado y allí estaban mis viejos perfume, colonias y más. ¡Qué recuerdos! Moví algunos para ver que más tenía hasta que ví un pequeño pote rodar. Lo tomé, quité su tapa para darle vuelta y revelar su contenido. Era un labial rojo que había comprado 582 días atrás. Lo necesitaba para una cita pero esta nunca sucedió, lamentablemente.

Qué curioso encontrar esto un día como hoy... tal vez lo use. Seguramente ninguno se de cuenta de por si, aunque sea llamativo. Es un rojo muy bonito. Debería consentirme de vez en cuando.

Me apliqué el labial rojo y mis ojos se volvieron llorosos. Olvidando mi apariencia tan brusca, adoro como me luce. Me siento hermosa, y me gustaría que alguien me lo dijera. Alguien que luego acompañe sus palabras con una acción... como un beso.

Maldita sea, estoy pensando en eso de nuevo. Una chica puede seguir soñado hoy día, ¿Cierto?

Con una sonrisa en mi cara me puse mis botas, dí un suspiro y salí por aquella puerta que daba a un mundo que no era el mismo hace 583 días.

Un mundo controlado por los que no tienen un corazón que lata. Donde los vivos estamos en peligro de extinción y ya las leyes no funcionan.

Si quieres sobrevivir no puedes llamar la atención, debes fingir ser parte de la mayoría, fingir estar muerto.

Con suerte hoy también regresaré sana y salva a mi hogar, de donde no volveré a salir por otra semana de nuevo.

FIN.

Woke Up Wanting A KissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora