Prólogo

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Hace 4 años..

Me despierta el incesante y molesto sonido de un golpeteo en mi ventana, abro los ojos solo para encontrarme con que aún es de noche y maldigo mentalmente a quien sea que está molestando a esta hora. Intento ignorar el ruido pero no tengo éxito ya que sigue y aún más molesto que antes. Me paro con pesadez de la cama dispuesta a enfrentar a quien sea que este interrumpiendo mi sueño, camino medio dormida los pasos que me separaran de la única ventana que tengo en mi pequeña habitación y al mirar a través de ella me encuentro con la cara de mi vecino y mejor amigo quien era el que se encontraba tirando piedras a mi ventana.

-¿Qué te pasa? - le pregunto intentando no alterarme demasiado y hablando lo mas bajo que puedo para no despertar a mi familia.

-¿Puedes bajar? - algo no esta bien y me doy cuenta por el tono de voz que usa, así que asiento una vez con la cabeza en señal de afirmación.

-Ve al patio trasero - es lo ultimo que le digo antes de cerrar la ventana.

Tomo una manta de mi cama para cubrirme y así no morirme de frio y me coloco mis pantuflas de conejito. Con mucho cuidado de hacer ruido salgo de mi habitación caminando de puntitas debido al piso de madera que suena constantemente al caminar por él y con suerte llego a las escaleras las cuales bajo en silencio.

Llego a la puerta del patio trasero sin inconvenientes y al abrirla el aire frio me da de golpe en la cara y me obliga a aferrarme con mas fuerza a la manta que llevo sobre mis hombros, el ya está ahí, sentado en el borde la piscina que se encuentra vacía debido a que la están reparando. Camino hasta mi mejor amigo y me siento a su lado.

Tiene la vista fija en el cielo estrellado, que está muy bonito hoy, siempre nos han fascinado las estrellas y somos fanáticos de observarlas cada vez que podemos, es simplemente, lo nuestro. Él toma un respiro profundo para luego posar su mirada en mí, sus ojos que siempre me han parecido curiosos ya que tienen una mezcla rara entre el verde y el azul, me miran con tristeza, pesar y miedo. Algo definitivamente no está bien, es muy expresivo con su mirada ya nunca expresa lo que siente con palabras. Por lo que sé que quiere contarme algo pero el miedo que veo a través de sus ojos no se lo permite.

-¿Qué pasa, Kayden? - le pregunto preocupada, poniendo mi mano sobre la de él, que descansa sobre el borde de la piscina.

-Nada especial, solo quería pasar una noche estrellada contigo, Juliette. ¿El cielo está muy bonito hoy, no?

Se que algo no va bien pero también sé que no me lo dirá por mucho que insista, él es así, no hay que presionarlo ya que siempre terminara diciéndolo en algún momento. Pero algo me dice que la razón de que este así ahora jamás la sabré o por lo menos no en un futuro cercano. Miro el cielo arriba de nosotros y si, la noche esta preciosa, las estrellas parecen brillar más que nunca y la luna se encuentra llena y resplandeciente.

-Si, está muy bonito - le respondo sin quitar la vista del cielo estrellado.

-Las estrellas siempre me recordaran a tus ojos.

Dice sin dejar de mirarme, y yo no sé cómo reaccionar, solo lo miró fijamente sin emitir ningún sonido lo único que se escucha probablemente sea lo acelerada que esta mi respiración en este momento y los nervios no tardan en hacer acto de presencia. Siempre me pongo así cuando me dice cosas bonitas, me hacen creer que me verá como algo más que solo su amiga, pero nunca será así, él jamás se fijaría en su torpe y ridícula mejor amiga.

-Dime que siempre seremos tu y yo.

-Si, siempre seremos tu y yo, entre las estrellas - le respondo mirándolo a los ojos y la sonrisa que me da me desarma por completo, así que aparto la mirada nerviosa y la poso en el cielo otra vez. El hace lo mismo.

Y así pasamos la noche, debajo de un cielo estrellado y sentados en el borde de una piscina vacía. Lo que yo no sabía esa noche es que Kayden se estaba despidiendo de mí.



Tu y yo, entre las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora