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Nunca me había puesto a pensar que tan bien se siente dibujar, saber por qué quiero plasmar un nuevo color en cada obra que hago.

Los que me rodean me ven con caras inexpresivas cuando el maestro pasa a elogiar mi pintura y tomarla de ejemplo para recrear otras 15 copias (hago referencia a los estudiantes faltantes a terminar).

Tengo talento y eso lo resalto en cada clase, Cassie mi prima me ha mirado con cara de enfado, lo cual hace de mí un ego momentáneo pues cuando gira su pintura los presentes la miran, he de decir que ha quedado "bien", aunque ahora todos voltean al profesor, esté solamente se alza los lentes de la punta de la nariz hacia el inicio del tabique. Diciendo algo como esto: "está ya va a empezar", luego gira en su eje para ir hacia la puerta y empezar una conversación con el docente de biología.

Al terminar, recojo mis pinceles y mi lienzo, orgullosa por lo que he hecho, de la misma forma que mi presencia lo muestra cuando me dirijo a los pasillos.

Caminar hacia mi moto me da total presencia, pues al montarme en esta, todos deducen una probable rebeldía en mi semblante. Encendida, me voy a buscar donde vendan sandwich, porque podré ser poderosa pero necesito comer algo.

Estando pagando la cuenta, me dejaron  el ticket y teniendo una pluma en mano he empezado a trazar ciertos rasgos de un cuerpo, pero recordando las bases, ante esto solo quedan muchas rayas incongruentes, me harto y terminó por tirarlo en el cesto de basura, arrepintiéndome de aquel intento.

No sabía que ese boceto tendría algún inicio de algo en particular...

Paralelos en conexión °°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora