🌻𝐄𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐬𝐮𝐬𝐮𝐫𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝🌻

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Capitulo 4


Lillia cerró con tranquilidad sus ojos para detectar con más claridad todas las sensaciones que estaban estallando dentro de aquellos seres dormilones, y entre aquellos seres, entre crujidos los guerreros empezaron a despertarse, Lillia se asustó rápidamente y se escondió tras un grande arbusto.

Los guerreros confusos no podían recordar como habían llegado a tal lugar o que hacían allí, ni siquiera recordaban porque se habían dormido, se levantaron un poco cansados y sin fuerzas examinando aquel jardín tan colorido que los rodeaba, pero por alguna extraña razón no le prestaron importancia simplemente se dieron la vuelta y se alejaron caminando.

Lillia salió de su escondite y los veía curiosa alejarse en la oscuridad, en lo más adentro de su ser podía escuchar miles de voces que murmuraban y le gritaban a Lillia que los siguiera, que quizás ella podía al fin salir de esta cárcel, al fin alejarse de los limites de su jardín, cumplir su sueño de conocer a los humanos pero por otra parte muchas voces saliendo de la oscuridad escondidas tras los arbustos susurraban que no debía hacerlo, que al ver tal atrocidad como los seres que habían llegado a su jardín para destruirlo sería mucho peor estar allá afuera. Cerró los ojos con tranquilidad para intentar calmar todos los pensamientos que abrumaban su mente, pero lejos de toda la oscuridad que cubría sus ojos al cerrarlos se podía ver una luz al horizonte, para ella era un poco extraño ya que jamás la había visto, los volvió a abrir rápidamente un poco agitada y se recostó sobre el tronco de su madre, eso era lo que más la calmaba, estar cerca de ella.

Miró a su alrededor, recordando cuando aquellos humanos se encontraban durmiendo a su lado, estaba sola...Otra vez. En su oreja solo se escuchaban los crujidos del tronco de su madre, marchitándose ya que carecía de sueños, pero la pobre cervatilla no se le ocurría mas nada para cuidar a su madre, los sueños ya no llegaban igual que antes, ya casi ninguno de ellos tocaba los limites del jardín; en un momento de silencio absoluto la cervatilla recordó como aquellos sueños de los humanos flotaron y se posaron en un capullo, para así florecer, pero todo eso fue gracias a la ayuda de ella misma, ella los ayudó a que tuvieran el valor de salir y darse cuenta de que el mundo no era un lugar tan malo, solo necesitaban un pequeño empujón...Tal como lo necesita ella. Levantó su rama y miró el capullo que yacía sobre ella

-¿Sabes sueño? Yo los ayudé a florecer, quizás ya la magia de aquellas mentes que fantaseaban con mundo inigualables ya no llegue aquí por su propia cuenta, pero quizás, solo quizás, ¿qué tal si yo puedo hacer florecer todas esas mentes abrumadas y asustadas? Como lo hice con los humanos que llegaron al jardín, sus sueños estaban en lo más profundo de una enorme oscuridad, yo lo hice salir para que pronto florezca divinamente, tal vez sea tímida y asustadiza, bueno, muy asustadiza, pero los humanos necesitan de mi ayuda, al igual que mi madre, no puedo dejarla morir...

Entre aquellos sollozos la flor que se encontraba posada en la cabeza de Lillia empezó a brillar con una gran intensidad al igual que la que yacía sobre su vara, y en un momento soltaron un gran polen mágico, Lillia misma había florecido al igual que el sueño de su vara, sus pensamientos tan felices y brillantes la ayudaron a ser valiente y ella misma poder florecer. Se levantó con energía y tocó con paz el tronco de su madre

-Madre...estoy asustada, lo admito, pero enserio quiero ayudarte y ayudar a todo el mundo, pero tengo miedo, que tal si no lo logro, o que tal si no puedo hacer nada, ¡qué tal si todo lo que he pensado es falso y que realmente solo pude ayudar a los humanos que llegaron aquí por pura coincidencia! -

Pequeñas lagrimas fueron liberadas de los brillantes ojos de la triste cervatilla, viajando por su rostro y cayendo al piso, pero ella se dio cuenta gracias a todo lo que había vivido que todo lo que existe en el mundo necesita un pequeño empujón y depende de otra cosa para poder ser libre, tal como una cadena, las lagrimas necesitaron del empujón de las emociones interiores de la cervatilla, los sueños de los humanos necesitaron de la ayuda de Lillia para poder salir al mundo y ahora, Onírico necesitaba de la ayuda de Lillia para volver a brillar nuevamente. 

 

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🌷𝑩𝒆𝒚𝒐𝒏𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒈𝒂𝒓𝒅𝒆𝒏🌷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora