Descontrol

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Algo que siempre caracterizo a los hermanos italianos era el Tranquilo ambiente que se vivía en su hogar, por ello muchos disfrutaban de vacacionar en su casa, pero últimamente las cosas no son como deberían

Italia no había dicho ni una sola palabra en dos semanas, esto preocupo a su hermano, no sabía que hacer y para variar al pedir ayuda se le fue negada, sentía que todo se estaba poniendo de cabeza

- no puedo creer que el tonto de España me haya ignorado y ese macho patatas que siempre se preocupa por el tonto de Feliciano ahora sale con que está ocupado en un asunto de extrema seguridad-

Tocó la puerta, al abrirla lo encontró como lo había dejado en la mañana, solo dejo algo de comer, el también debía descansar pues estaba comenzando a tener un serio problema desde hace una semana

Feliciano estaba consiente de todo lo que ocurría en su entorno, solo que algo ocurrió unas noches atrás, si estaba de ese modo era para no molestar a otros, pero esa noche no pudo más, esa presencia fue más grande que su deseo de no hacer daño

Se presentó como una voz que le susurraba como volverse más valiente, El inocentemente creyó en cada palabra

" Ahora debes hacer lo siguiente, te diré el gran secreto para que todos tomen en serio tus palabras, escucha con atención Italia, si todos te temen nadie volverá a hacerte a un lado"

Con eso dejo de hacerle caso a esa voz, grabé error, pues esa misma noche sintió como su cuerpo se movía por si solo, sentía como salía de casa, sintió como tomo aquellos cuchillos y vio a los ojos a aquella persona que estaba matando, Feliciano tenía lágrimas que caían, pero su cuerpo seguía matando, esa voz se hacía tan fuerte que luego se convirtió en palabras dichas por el mismo, supo que era peligroso y por ello prefirió aislarse y callar, tal vez de esa manera todos estarían a salvó

" No puedes huir de tu mismo Feliciano, tu y yo somos uno solo"

Esa noche Romano no la paso nada bien, no comprendía que le pasaba, pues se ponía a dibujar bocetos que para sorpresa suya eran buenos, luego paso a usar una máquina de coser y para su sorpresa también resultó bueno en eso, miro lo que le llevo solo una noche hacer

- vaya parece que soy un gran diseñador, todos deberán ver qué soy muy talentoso-

Una risa se escuchó en su cuarto

" No me gusta que se lleven el crédito por mis creaciones lovino, eso lo he diseñado yo"

No supo que hacer, buscaba a alguien pero ese tono de voz era como el de el mismo, pero más afresado

- ¿Quien anda ahí? Estar dentro de este hogar lo podría meter en muchos líos-

En eso escuchó el grito de Feliciano del otro lado del pasillo, trato de llegar a la puerta, pero está no habría, la golpeó nombrando a su hermano que todo iba a estar bien y luego sintió aquel contacto, alguien le había tocado el hombro, volteo y no había nadie más, pero al voltear a la puerta se topo con aquella persona de cabello rubio

-¿Quien eres bastardo?-

Solo sonrió mientras lovino también lanzaba un grito

Feliciano corría, quería huir muy lejos, pero todas las puertas y ventanas estaban cerradas, ya no sabía dónde meterse, aquella persona había aparecido de la nada en su cuarto

- Feliciano es hora que este mundo sepa de lo que somos capaces, yo haré que el nombre de Italia sea mencionado por todos y cada uno de esos inútiles, tendrías lo que siempre quisiste, serás el mejor en aquel ámbito dónde jamás has logrado destacar, déjamelo a mi-

Seguía huyendo hasta chocar con alguien que supo era su hermano

- haaaa Romano debemos salir de aquí, hay un tipo parecido a mi y....-

Retrocedió pues esa mirada no era de su hermano, no sabía que pasaba

-veee tú no eres Romano ¿Dónde está mi hermano? ¡Que le hiciste a Romano!-

Lo volteo para verse en aquel espejo, noto que esa persona que le seguía era el mismo, miro a su lado, su hermano estaba justo ahí

- Romano estás bien-

Sin embargo comprendió su situación, supo que ellos estaban atrapados detrás de aquel espejo mirando los ojos y sonrisas que sus cuerpos mostraban

- es hora que este país tenga un gran cambio, no se preocupen nosotros haremos lo que ustedes no han podido-

Saco un cuchillo, se cortó para dejar una marca de sangre enfrente de aquel reflejo, para tapar la vista del italiano

- jamás se puede huir de lo que realmente somos, tarde o temprano debemos mostrarnos a todos siendo auténticos ¿No estás cansado de fingir lovino?-

Con un marcador realiza la misma acción que su hermano, tapando la visión de lovino

- ahora nosotros somos los hermanos italianos, Luciano y Flavio, descuiden y descansen, todo estará bien-

Dieron la espalda a sus reflejos mientras Feliciano y lovino solo golpeaban del otro lado, pero ante cualquiera solo era un espejo más, nadie podía verlos atrapados del otro lado de este

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⏰ Última actualización: Oct 29 ⏰

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