Los Pétalos De Una Flor

Luo Binghe caminaba por las calles, del pueblo cercano a Cang Qiong, para comprar unas cuantas especias especiales para agregar a la comida que iban a preparar a sus Shizun.

Habían pasado alrededor de dos años desde que Luo Binghe se había casado con Shen Qingqiu. En donde, el mundo humano y el reino demoníaco se habían mezclado entre sí.

Ahora era normal ver a demonios junto con un humano, o un humano adoptando un demonio y viceversa. El mundo había cambiado.

Era pocas las veces en donde se cometía una falta, ya sea porque un humano ataco a un demonio o uno devoró a un humano. Aunque la segunda opción era casi nula.

Luo Binghe como el Gobernante del reino demoníaco había sido claro y estricto acerca de la unión entre tierras, si el llegaba a descubrir que un demonio había atacado a un humano el mismo se encargaría de arrancar cada miembro del demonio por haber infligido la ley que otorgó.

Lo mismo se aplico en las tierras humanas. Shen Qingqiu se haría cargo de castigar a cualquier ser humano también no cumplió con la unión de los mundos.

La unión, se llevó a cabo meses después que ambos se casaron.

Shen Qingqiu había hablado a favor de los demonios, Liu Qingge, como ¿amigo?, aunque odie a Binghe, apoyo su noción. Era claro que también se había cruzado demonios los cuales habían sido ¿agradables? Si, bueno la cosa fue que unos días después habían podido convencer a las demás Cumbres.

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Binghe devolvia el saludo a aquellos que lo saludaban, se había vuelto un comprador frecuente por esas zonas. Por estas tierras vendían la mejor harina, y el necesitaba siempre de ella para hacer su glorioso "Fideos favorito de Shizun".  Obvio no era comparado con los demás este era muy especial, hecho con mucho más amor.

Binghe sonrió cuando encontró al vendedor que le vendía aquella harina blanca.

Mientras el Señor Bai iba por el pedido, el espero aún lado donde había un árbol.

Se cruzo los brazos mientras esperaba. El viento pegaba suavemente moviendo su cabello un pequeño bals. Pero atrás de el se escuchó unos pequeños susurros. Frunciendo el ceño echo un vistazo.

Una niña.

Una niña mitad demonio estaba sentada alrededor de varias flores.

"Papi  me quiere, papi no me quiere ¡Papi me.quiere!" Se alegró arrancando el último pétalo de la bella flor.

Eso de arrancar la flor le resultó interesante a Luo Binghe, por lo que dejó ver su presencia a la niña. Ella lo miro .

"Hola" dijo Luo Binghe sentándose a un lado.

"Hola y adiós" dijo ella levantándose para irse.

"¡Espera!¿Porque se va?" Pregunto

Ella dio unos pasos atrás. "Papá dijo que no se debe hablar con extraños"

Buen punto. Concluyo Binghe. " Pero no soy un extraño, hoy viene a comparar en una posada de por aquí, estoy esperando que el Señor Bai me traigan mi recado."

"Habla de papi" dijo la niña.

"El señor que vende harina es tu padre?" Pregunto la niña se sentó un poco alejada pero si para mantener una conversación.

"Si papi y papá me adoptaron" dijo la niña.

"Entiendo, yo soy Luo Binghe y tu eres?"

"Soy Bai Mei" dijo entregándole una flor.