Capitulo 1

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—Mi amor— decía aquella mujer con esbelta figura que hacía que cualquier hombre y dioses cayeran a sus pies, su pelo era rubio y llegaba hasta su cintura, su piel era muy blanca y suave, sus ojos tenían un azul muy intenso, podía decirse que era como el color del mar

—¿Que pasó?— dijo el hombre de cabellera anastotele, era algo propio de los guerreros helenos y con rostros y cuerpo sin vello, estaba vestido siempre con su traje de guerrero

—Estoy embarazada— decía la mujer muy feliz

—¿Enserio?, en verdad estoy muy feliz por volver a ser padre, este hijo ya será el número 55 o 60— hombre

—Marte no seas burlón, ambos sabemos la cantidad de hijos que tienes— mujer

—No me digas Marte, aborrezco que me digan así, me llamo Ares, ¿y cuando nacerá nuestro bebé Venus?— Ares

—Igual tú no me digas Venus, soy Afrodita, pero aún no se, pero me dijeron qué tal vez sea niño y sean dos gemelos— Afrodita

—¡Que emoción!, tal vez estos pequeños sean iguales que yo, amantes de las guerras— Ares

—Diosa Afrodita, su espeso Hefesto está por llegar y Helios (el Dios del sol) está por salir— decía el joven ayudante de Ares; Alectrión

—Nos veremos después amor mío— Afrodita

—Te veré en tu palacio— Ares

—Diosa suba al carruaje por favor— decía Alectrión

Afrodita se puso su capa para que nadie la reconociera tan fácil, subió al carruaje y después de rato Alectrión hizo que los pegasos comenzaran a volar.

—Mira mi hermosa Afrodita lo que te hice— decía Hefesto mientras sacaba de su bolsillo un collar hecho de esmeraldas y perlas

—Esta bonito, déjalo en mi cama— decía la diosa Afrodita con el menor interés

—¿Cuando será el día en que me ames?— decía Hefesto triste —Siempre te trato bien, y tú siempre me recibes con desinterés—

—¡¿Cómo esperas que te reciba?! después de que con engaños hiciste que Hera se sentara sobre tu trono y quedara atrapada y gracias a ello Zeus me caso contigo a la fuerza, para que liberaras a su esposa— Afrodita

—Por que en verdad te quiero conmigo Afrodita, ¿por qué no entiendes eso?, tú eres mi Diosa, sólo mía— decía Hefesto saliendo de la habitación

Afrodita comenzó a llorar, detestaba estar con un hombre feo, jorobado y cojo, y aparte ni siquiera estuvo deacuerdo en casarse con el, por eso ella lo detestaba más y más, su amor verdadero era Ares, pero ambos sabían que no podían estar juntos.

...

Hefesto salió de la habitación bastante enojado y aventó una mesa por su furia.

—Se que ella me ha engañado durante varios años con dioses y humanos, pero ahora ella ha cambiado, le noto amor ¿pero a quién ama con mucha fuerza?— Hefesto

Vio salir a Helios y de inmediato comenzó a gritarle.

—¡Eres un estupido!, deberías de saber a quien ama tanto mi esposa, tú eres quien todo lo ve desde el cielo— Hefesto

Esa noche Hefesto se encontraba en su taller y una luz cegadora inundó todo a su alrededor, ahí estaba Helios, el dios del sol.

—Escuche las maldiciones que me aventaste en la mañana— Helios

—Perdón, no era mi intención ofenderte, sólo que Afrodita no se enamora de mi y me desespero— Hefesto

Sweet love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora