¿Super Novias?

LENA POV

El frío ático es mi único refugio ahora que todo acabó. La suave tela de su sudadera gris de National City University, me recuerda los días en que teníamos más calma. La taza caliente con té calmante entre mis rígidas manos, no hacen más que recordarme todo lo que pasó este día. Finalmente la trajimos de vuelta. Sirvieron todas y cada una de las noches de desvelo. Traje a Kara de vuelta y eso es lo único que debería importarme. Salvo que no es lo único. Estaba tan nerviosa, imaginando mil veces si funcionaría la bomba solar que hice pensando en ella. Sonrió. Aún recuerdo la vez que le dije que no pensaba en ella mientras trabajaba. Por supuesto que lo hacía y aún después de la ruptura de nuestra amistad, sigo pensando maneras de tenerla más segura, de proteger a mi persona favorita. Pero ninguna de esas noches de trabajo en la Torre y de desvelo en la misma, me prepararían para lo que sería tenerla de nuevo frente a mi. Verla sostenerse de Alex con tanta convicción, buscando refugio de la pesadilla que seguro vivía en la Zona Fantasma. Esa simple acción me recordó que ya no era su zona segura, ni era su calma en la tormenta. Una lágrima traicionera abandonó mis irritados ojos, antes de darme vuelta y salir corriendo de ahí. Aún aquí en soledad, horas después, siento la cansada opresión de mi pecho. La misma que sentí cuándo Lex me mostró esos malditos vídeos, comprobando lo ciega que había sido. Recordándome todas las veces en las que preferí a mi dulce Kara Danvers y no los terribles desacuerdos con la implacable y fuerte Supergirl. Salvo, que son la misma, y esa sola idea no pude conciliarla, bueno, no hasta que ya fue demasiado tarde.

Una brisa fresca y algo cayendo en mi balcón, me sacan del viaje de recuerdos en el que estaba. Me giro lentamente para confirmar, lo que mi piel ya sentía. Ella está aquí. Me giro para encontrarla con su sucio traje y su pelo revuelto por el viento en su rostro, justo en el borde entre el balcón, y el espacio cerrado de mi ático. La miro con ojos cansados y me recibe de vuelta con la esperanza abrasadora que siempre encuentro en el interminable azul de su mirada.

-¿Por qué te fuiste, Lena? - dice avanzando con cautela hacia la isla de la cocina donde me encuentro. Sus ojos fijos, buscando respuestas en mi mirada. - ¿Por qué no esperaste por mí?- dice dolida.

Sonrío ante lo absurdo de sus palabras. - Lo único que he hecho desde que te conocí, ha sido esperarte Kara. - digo cansada. No puede ser que después de tanto sin vernos, vayamos a comenzar una pelea. 

Suspira. - ¿Por qué te fuiste de la Torre sin hablarme? - La veo pararse justo frente a mí, antes de guiar sus fuertes manos a mi rostro, mandando olas de calor a mis mejillas. Aún después de todo el camino que hemos recorrido, siempre encuentra la forma de saber cómo reconfortarme, aún cuando es ella la que lo necesita después de todo lo que seguro vivió en la Zona Fantasma. - No dejé tranquila a Alex preguntando por ti.- niega con su cabeza y tira de mí, juntando nuestros cuerpos, llenando mi cuerpo con el calor vibrante del sol que ella es. La siento sonreír. - No tuvo más remedio que dejarme venir por ti. - no puedo controlar el fuerte abrazo en el que le devuelvo su toque. Mi corazón latiendo junto al suyo como en los viejos tiempos, no hacen más que recordarme todo lo que perdimos en el camino.

- Lo que tenemos que hablar, no es algo que necesita público Kara y lo sabes. - digo mientras mis palabras se ahogan en su cuello. No es que importe, su super audición completará lo que quise decir de todas formas. 

Me aleja de ella y siento la pérdida de calor enseguida. Sus ojos azules, brillan en lágrimas no derramadas a los míos.

- Lo sé, si, pero aún podías dejar que te viera. - se aleja de mí, negando con su cabeza, haciendo que sus adorables cabellos rubios, bailen en su espalda. - Verte de nuevo, arreglar lo nuestro, fue lo que me mantuvo realmente cuerda en ese lugar. No sabes como rogaba porque despertará de mis pesadillas y verte sonreírme.- Sus palabras salen susurradas por sus dulces labios, que tanto quiero besar, pero sé que eso ahora es imposible.