El lobo de fuego

Había una vez, un lobo cuyo nombre es Jack, es muy torpe no sabe hacer casi nada, como ejemplo, no sabe cazar, tampoco sabe aullar...
Un día se tropezó con una piedra y al acercarse a ella vio que brillaba, así que se la llevó. Cuando llegó a su cueva la colocó en el suelo y acto seguido se durmió encima.
Cuando despertó vio que la piedra había desaparecido, así que la empezó a buscar pero no la encontró. Jack salió de su cueva y le preguntó a todos los animales del bosque, pero nadie sabía nada, por lo que decidíó rendirse. Más tarde se acercó a un árbol y se dio cuenta de que olía a quemado. Jack corrió a avisar a todos los animales, los cuales se acercaron al árbol y se fijaron en que si, efectivamente estaba quemado, pero no había fuego, por lo que no se preocuparon.
Al día siguiente, Jack vio que 2 osos estaban molestando a un lobezno y entonces fue a defenderlo, pero... ¡los osos se tiraron sobre Jack! Este se enfadó tanto que empezó a lanzar llamas azules y quemó el pelo de los osos que salieron corriendo.

-¿Cómo te llamas?- le preguntó Jack al lobo.
- Me llamó Izan- respondió él con miedo.
-Yo soy Jack, un placer.

Desde entonces son buenos amigos.
Después de practicar con sus poderes, Jack aprendió a lanzar bolas de fuego, rodear su cuerpo con él y hacer un escudo con fuego, además ahora usa sus poder para hacer el bien, como cuando usó los trucos que sabe para defender a los animales perseguidos por los cazadores. Desde aquel día Jack es tratado como lobo ígneo y sigue practicando técnicas de fuego y aprendiendo poderosos trucos, aunque hay uno en específico que fue complicado de aprender para él. Ese truco es la onda expansiva, la cual logró dominar cuando los humanos comenzaron a talar los árboles del bosque y a tirar basura, Jack no podía soportar esto, por lo que practicando y con la rabia acumulada lanzó una onda expansiva que quemó las hachas y retiró a los humanos junto a su basura. Desde aquel día se colocaron contenedores y los humanos respetaron el bosque, por lo que pudieron vivir felizmente en paz.

                                 FIN