Frágil

Epilogo

Inhala, exhala. Respira por la boca, expulsa por la nariz.

-Mi mente está en blanco, mi mirada no es capaz de enfocar, mi sentido auditivo es nulo. Solo soy consciente de los latidos de mi corazón. -

-Creo que han pasado unos 10 minutos, estoy recostada en una mugrienta pared con algunas texturas como de plantas, no estoy segura, eso ahora mismo me es irrelevante. Exhalo una vez más y miro hacia arriba, no hay estrellas ni luna, solo grandes nubes grises alumbradas por los rayos que alentar de una posible tormenta.

>>Mi lucides parece volver, parpadeo haciendo presión algunas veces, intentando central mi cabeza. Miro al frente y logro distinguir un poco donde estoy, es un feo callejón con contenedores de basura, la mayoría están hasta el tope de desperdicios, algunos de los focos de las partes traseras de algunas de las tiendas alumbran parpadeantemente dándole unas vibras terroríficas.

- ¡Vamos Alexa, enfócate.! - me dijo a mí misma acomodo mi bolso en el hombro y empiezo a dar algunos pasos, estoy a unos 20 minutos de casa, hecho unas cuantas miradas atrás para comprobar que nadie me sigue. -Bien, bien, todo en orden. Solo es tu loca cabeza estúpida. -

Las calles están desiertas a estas horas solo algunos coches pasan esporádicamente, ya estoy a pocas casas de mi destino. De pronto vuelvo a sentir que me están mirando de alguna parte y todo mi cuerpo empieza a temblar, siento que perderé el norte de nuevo. Vuelvo a mirar atrás y sigo sola. Coloco la llave en la cerradura y empujo con algo de fuerza la puerta hacia adentro. Las escaleras están oscuras así que cierro la puerta tirándola y corro a toda velocidad hacia arriba a la puerta de mi departamento, abro lo más rápido que puedo, entro y cierro con fuerza apoyando la frente en la puerta.

Intentó tranquilizarme yo misma. -Estas sola Alexa, nadie te quebrara. –

Una risa baja burlista sale de las sombras de detrás de mí, -No se quiebra lo que está roto. -

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